Levantandome cada vez que me caigo
Lo mío es relativamente reciente, dos meses y medio, y hay días mejores, días no tan buenos, días nublados, y días de tormenta. Hay días que me comería el mundo, que me levanto pletórica dando gracias por todo lo que tengo, y días que no me levantaría de la cama. Días que creo que todo fué un sueño, esto no pudo sucederme a mi. Pero aún así, lo que siempre he tenido muy claro desde que mis niñas fallecieron es que tengo que luchar y no dejar que la apatía me venza, si tengo ganas de tumbarme en el sofá, pues me arreglo y salgo a pasear,y contemplo el sol, disfruto de la brisa marina, del viento acariciando mi piel, y me pinto de nuevo una sonrisa. Pq tuve un sueño, un sueño que me pareció tan real...me desperté con un beso de Paula en mi frente, sentía como estaba preocupada por mi, como quería calmar mi dolor, y decidí que cuando Paula baje a la tierra a visitar a su madre la tiene que ver como era antes, bueno no, mejor que antes, más madura, más consciente de que hay que disfrutar cada segundo que nos brinda la vida. Y en homenaje a mis angelitos vivo por ellos, respiro por ellos, contemplo la inmensidad del mundo por ellos, me detengo a oler las flores, y me crezco con cada nueva puesta de sol, con cada mañana.
Un beso muy fuerte, llegará el día que el sol vuelva a brillar en nuestra vidas.