Yo siempre lo tuve muy claro. Cada uno en su casa y Dios en la de todos y eso es lo que he querido demostrar siempre a todo el mundo.
Mi marido vivía en un pueblo de Alava y yo en La Rioja y aunque mi marido ya estaba pagando un piso en el pueblo yo intuía que allí no podriamos ser felices al lado de sus padres por lo que compramos un piso en La Rioja que es donde vivimos.
Vemos a mis suegros un día de cada 15 y yo para nada me meto en la vida de mis suegros (es que sus vidas me traen sin cuidado) y ellos tampoco se meten en la mía (hasta la hora presente y !que no se deslicen!).
Yo siempre he visto ridículo que porque quieras a un hombre tengas también que querer a sus padres; digamos que los respetas porque son los padres de tu marido pero nadamás.
Voy a verlos por mi marido y por mi nena pero no voy a verlos por gusto pues me son indiferentes.
Espero haberme explicado bien.
Con esto os quiero decir que no nos amargueis con la familia política. No le deis confianza, distanciaros de ella y dejarle entrever que los veis por vuestro esposo y poco más y que os importa "un pimiento" sus vidas.