Hola. Tengo 30 años, con mi madre tengo una muy buena relación, no sé qué haría sin ella...en cambio con mi padre nunca he Sido muy cercana, tal vez solo de niña que no me daba cuenta de las cosas. Solo recuerdo peleas, parrandas de el, y de mayor como insultaba a mi madre y a veces a mi, nos maltrataba económicamente y yo me sentía mal quería hacer algo para que cambiará y nos quisiera, tenía una buena esposa y buena hija...hace un mes descubrimos que era infiel y fue un golpe muy duro, lo insultamos y en vista de que no negaba nada lo echamos de la casa a punto del llanto y el coraje. Se fue y pasamos la etapa del duelo, cambiamos nuestro ritmo de vida, a veces sentíamos lástima, o nos daba furia, etc. Un día pidió verme solo a mi, a mi madre le dejó claro que a ella no ya que ni siquiera la quería, que a mí me extrañaba. Llego de visita a la casa y yo lo abracé y ya, solo me dijo que se sentía mal y me extrañaba. Yo le dije que pues hacia sido muy horrible lo que pasó y que yo sabía que debian ya estar separados. Primero lo acepto pero después siguiente diciendo que el necesitaba verme y estar conmigo, cosa que no es coherente ya que de años atrás no nos llevamos bien. Mi mamá le preguntaba que si acaso estaba arrepentido y quería mejorar y se enviaba a le decía que ella se callara, que el lo que quería era a mí y estar cerca. Supimos a los que se refería cuando de repente se quedó a dormir sin permiso de nadie, nos sentimos invadidas ya que no hacía nada para quedar bien, solo volver a dar órdenes y despreciar a mi madre. A mí no me salía ni saludarlo, le tenía mucho coraje y además no novia un dedo, solo decía que me extrañaba pero nunca me pidió disculpas ni se interesaba en nada, no soportaba verlo en casa después de lo que había hecho y tomé mi distancia justamente, aún no superaba su traición a la familia y ya estaba de vuelta ahí. Cai en depresión hasta que un día ya no pude salir de la cama, solo le pregunto a mi madre que me pasaba y dijo; ya se si ni voltea a verme y me rechaza y se ha ido de nuevo. Ahora tengo el doble de coraje hacia el. No le importó nuestro duelo, nuestra herida ni nuestro sentir. Se metió a conveniencia y comodidad como siempre. Enel fondo de mi corazón me da tristeza pero él se ha buscado todo.
