Cuando leí esta pregunta en una red social online me di cuenta que ha tenido que pasar toda una vida para empezar a hacer cosas por primera vez. Penoso empezar a vivir un poco a partir de los 32 años, y que a mis 36 se pasen el día preguntando si es la primera vez de esto o lo otro. La verdad es que a veces más que hacerme feliz me recuerda lo patético de mi existencia. Siempre restringida sin poder salir ni entrar con facilidad, siempre anteponiendo el hacer lo correcto y la felicidad de los demás. Para que, para nada porque llegamos a mi frase estrella que deje de pronunciar:nadie me quiere. Todos esos esfuerzos para qué los demás estén felices y contentos no me ha reportado felicidad ni que nadie me valore ni me quiera. Solo parezco ser una carga, un stress añadido para algunos. Para los que no me aceptan claro, y que piensan que todavía se está a tiempo y que solo son un peldaño más en mi vida. Nos educan en un mundo falso de felicidad que solo parece estar a mano de unos pocos con suerte. Ahora mismo en la televisión está la boda del año, la cual me trae amargos recuerdos, a pesar de que sali en televisión en plena trafalgar square aquel 29 de abril de 2011. Y SI nos educan en que llegue ese momento feliz. Todas las películas desde Disney hasta las de sobremesa hablan de lo mismo. Y luego sale una a pasear y ve que todo el mundo va con alguien de la mano, o esa familia corretear tras su niño pequeño, a la que poco le importa tener sobrepeso porque simplemente es feliz con lo que tiene y no le importa el resto del mundo. Por tanto, hasta es difícil salir a la calle, o ver la tele porque todo te machaca y te recuerda lo fracasada que eres. Porque al fin y al cabo el único éxito de la vida es ser feliz. Y para mí la felicidad siempre fue tener a alguien que me quisiera de verdad a mi lado y dejar que la vida fluyera. No hay nada peor que sentir que los minutos no fluyen y que la vida pesa con una losa muy pesada y que nunca acaba. Atrás quedan los pequeños momentos de ilusión y esperanza en los que si soñaba con ese momento y otros, hasta que aprendes que es mejor no soñar despierta. Los cuentos d hadas no existen pero nos siguen vendiendo esas ideas y todo el mundo desea eso para sus hijos. Y ojalá algunos de ellos lo sean, pero muchos otros se toparán con la realidad, no todas van a tener la suerte de Megan Markle. Es duro cuando ves que la vida nunca arranca. Hasta más suerte tienen aquellos que han vivido el cuento aunque les haya ido mal, y hayan dejado hijos en el camino, al menos tienen de que arrepentirse o puede que no. Y algunos tienen hasta segunda o tercera oportunidad. Pero cuando no tienes ninguna, todos ellos prefieren algo que ya tenían, eso te lápida y te hunde y piensas ... pero que he hecho en otra vida que lo tengo que pagar en esta. Que tengo tan malo que a nadie le gusto, que lo malo conocido parece ser mejor que lo bueno por conocer. Y no creo ser mala persona.En pleno siglo XXI lo único que cuenta es pretender ser la mejor y la más cool y moderna, esas parecen ser la clave del éxito. Sino te cuidas, haces fitness, te pones pecho y te tatúas no eres nadie. Y encima la sociedad las observa como gente sana mentalmente, con un propósito en la vida. Al fin y al cabo es lo de siempre, pretender e interpretar un papel, eso es lo más fácil y más útil. Porque sino lo haces ya no encajas en el puzzle, eres rara o necesitas ir al psiquiatra. Pero en conclusión parece ser que sí que es mejor interpretar así te dejaran en paz y no tendrán que juzgarte constantemente. Es mejor que nadie conozca tu alma, si los dejas estarás perdida, y creo que soy culpable de ese error.