Buenos días. Decido escribir a este foro pues ya quisiera superar la rabia, decepción ya no se cómo definirlo. Psicológicamente aun no lo hago y eso no me está dejando avanzar en mi vida. Eso creo.
Mi caso es que soy madre soltera, profesional, venezolana, separada con una hija adolescente. A los dos años de haberme separado del padre de mi hija inicie una relación con un hombre que se mostraba muy amoroso, interesante y ya comprobado muy inteligente. Abogado. Me cautivo su forma de ser. Me conto que era separado también y que su ex mujer se había marchado dejándolo solo a cargo de su pequeña hija de 3 años. Bueno muchas cosas en común ya nos hacía afines.
Como muchos sabrán dada la crisis socio económica que se está dando en mi país desde hace unos años decidimos emprender un negocio juntos para tratar de independizarnos, pero mientras seguiríamos en nuestros puestos de trabajo tratando de ahorrar dinero y así poder hacer un capital que nos permitiera emprender la tan ansiada independencia laboral. Así estuvimos por dos años haciendo planes. Por mi parte sacrifique muchas cosas materiales, muchas vacaciones con mi hija solo por ahorrar dinero. Logre ahorrar casi la totalidad de la cuota que me correspondía aportar para la abrir el negocio y le comento que debemos actuar lo antes posible y si era necesario pedir préstamos al banco ya que la inflación de Venezuela se hacía cada vez peor u yo comencé a sentir como mi esfuerzo se diluía día a día.
Me presento un plan de inversión o de negocios y me hizo darle mi dinero, ya llevábamos casi 3 años de relación y le tenía confianza. Le di el dinero, tras lo cual comenzó a tener actitudes extrañas hasta el momento. Comenzó a desparecer por largos periodos al menos eso no era normal, 15 días, 10 días, tres semanas y así. Me decía que era por hacer más dinero y lograr nuestro objetivo. Así se hizo cada vez más extraño su comportamiento, ya no me llamaba, muchas de mis llamadas me las desviaba al buzón de voz o atendía diciendo que no oía nada y así., me puse suspicaz, un poco tarde pero me invadió una gran duda y comencé a averiguar lo que debí hacer antes y el encantamiento no me dejó. Para resumir mi actividad detectivesca descubrí que seguía casado y había regresado con su esposa. Le pregunte y no fue capaz de reconocerlo, lo negó siempre. Se disculpo por su comportamiento y decidí darle una oportunidad pero esta vez para poder agarrarlo con las manos en la masa y recuperar mi dinero. Ya la decepción me había quitado la máscara y mucho del amor que le tenía. Bueno lo cierto es que en ese infierno que para mi se hizo la relación por no confiar en el y la rabia que me daba su cinismo y falsedad conocí a otro hombre y me gusto mucho y comencé a salir con el. Me volví a enamorar y decidí que ya dejaría todo ese pasado atrás. Mi ex me buscaba, me llamaba, me escribía para saber que paso el por qué de mi alejamiento así que le hable para decirle que ya se terminaba todo y que por favor me devuelva mi dinero, acordamos que si lo haría mediante depósito bancario pero como era de esperarse de un mentiroso nunca la hizo. Creí que podía superar la burla, la estafa, pero hoy en día con esta severa crisis económica que vivimos cada venezolano común recuerdo la estafa y me llena de ira de rabia. Me siento tan estúpidamente estafada y engañada. No siento nada por el mas que rabia por robarme, estoy segurísima que nada de amor ni ningún sentimiento noble hacia el, amo a mi actual pareja y estamos haciendo planes para hacer vida juntos, pero necesito superar la frustración y la rabia de la experiencia con ese patán. Se que no me va a pagar, lo cual me llena de ira y ganas de venganza y cobrarle de alguna manera mi dinero, ya ha pasado casi tres años de esa estafa y el desapareció, bueno tampoco lo busque mas para tratar el asunto, aunque se como contactar a su familia y sobre todo a su esposa. Por favor necesito consejo, palabras sabias pues no deseo encochinarme actuando con venganza y ya deseo superar esa rabia y como dicen por ahí dejar ir ese tema que tanta energía me quita, pero no se cómo.
