INSOMNIO
La incapacidad de dormir corresponde a un profundo miedo a abandonarse y soltarse. Vivo inseguridad y quiero tener el control sobre todo lo que sucede en mi vida. Sin embargo, cuando duermo, mis facultades mentales duermen también y soy más vulnerable, porque mis sentidos son más alertas y abiertos a lo desconocido. Por esto, guardando mi mental ocupado con todo tipo de ideas, todo tipo de situaciones incluso ficticias e inventadas por mí, impido que me gane el sueño. Mi vida está coloreada con la tensión, la ansiedad, la culpabilidad y a veces, incluso, cierta paranoia. Esto puede resultar de un sentimiento de que mi ego o mi supervivencia ya han sido amenazados en cierto modo, lo cual es comprensible si experimenté ciertos traumatismos profundos, tales como un robo, una violación, etc. Hay probabilidades de que sienta una nerviosidad extrema y que tenga dificultad en colocarme y tomar decisiones. Es también como si muriese cada vez que me duermo y esto despierta temores a lo desconocido de la noche en particular. El insomnio puede estar fuertemente relacionado con la culpabilidad consciente o inconsciente. Por un motivo u otro, puedo tener la sensación que no me merezco descansar. Quizás porque me siento culpable de no tener éxito en la vida, no hacer todo lo necesario para mis hijos, etc. También puedo haberme programado pensando que dormir es una pérdida de tiempo. La glándula del timo está estrechamente vinculada al sueño y, a la vez con la energía del corazón. El insomnio puede estar vinculado a mi aptitud a amarme, a hacer confianza al amor y por el mismo hecho, a la vida.
Aprendo a relajarme y a soltar el control para dejar que el sueño recupere su lugar en mi vida.
p. Jacques Martel