Mamá cansada de sentirse culpable
Estoy cansada de sentirme culpable, sea lo que sea todo ha salido mal, pese a mis esfuerzos por ser una buena madre.
Creo que he dedicado gran parte de mi vida a ser una madre, estando sola, eso no me importó e intenté asumir los roles de madre y de padre, con muchas dificultades al no tener apoyos de familiares o amigos.
Tuve a mi hijo con amor, pese a que fui una mamá muy joven, mi hijo fue deseado y amado desde el primer día. Desde el principio me propuse ser mejor, no me quejo de mis padres, pero creí que había cosas que a mi me faltaron y que yo me esforzaría por dárselas. Pero las cosas no fueron nada fáciles, me vi sola con mi hijo a una edad muy joven (18 años) y con una necesidad económica enorme en un país extranjero y sin familia ni amigos, esto me hizo pasar mucho tiempo trabajando, pese a ello dediqué todo el tiempo y esfuerzo para que mi hijo tuviera un hogar. Intentando siempre dar una imagen de fortaleza y buen ejemplo, que le transmitiera seguridad, también fui firme porque quería que creciera con organización y disciplina, no como se malentiende ahora esa palabra, si no enseñándole buenos hábitos que hicieran su vida más fácil en el futuro. Castigue a mi hijo, le regañé mucho, alguna vez le di un bofetón ya cuando etaba muy agotada de lidiar con él, fue siempre un niño difícil, pero también jugue muchisimo con él, tuvimos muchos momentos hermosos, hablamos mucho, le conté cuantos y canté al dormir. Pero la cosa no fue bien, mi hijo sea por naturaleza o lo que fuese simplemente decidió siempre elegir la vía más difícil y yo por más que me empeñara viendo que esa era una vía muerta y por más que me desesperara y buscara ayuda no caí más que en un fracaso detrás de otro.
Fui mamá con 17 años, prácticamente me crié sin la presencia de una, al cuidado de criadas y sin un padre, con lo que mis referencias eran escasas, aun así estudie e intenté aprender todo lo que pude para ser una buena mamá, he pelado el ajo toda la vida para que en mi casa no faltase de nada y siempre me he esforzado por ser todo lo cariñosa que pude, también cometí muchos errores, dije muchas cosas feas, perdí la paciencia más de una vez y grité intentando desesperada o por incapacidad corregir aquello que pensaba que estaba mal.
Después por un tiempo en que dejé entrar a otra persona en nuestras vidas me equivoque enormemente, elegí muy bien a esta persona despues de pasar media vida solos, me casé con 30 años con una persona que parecía serena y buena, que nos daría más estabilidad y sería una buena referencia para mi hijo. Era una edad delicada para mi hijo. Él era especialmente rebelde y no se llevaron buien desde el principio, me pusieron en medio de su batalla yo no supe encajar eso y le dejé solo, poniendome de parte de mi expareja. Él nunca le agredió ni nada, pero nos infringió maltrato psicologico a mi y a mi hijo. Debio sentirse muy solo. Yo tuve una hija de esa relación, y la cosa aun empeoró más, al punto de hacerse insoportable. En el momento que tuve que decidir y logicamente elegí a mi hijo y me marche con una mano delante y otra detrás a empezar de nuevo sola con esta vez dos. Pero las secuelas hicieron que nuestra relación madre-hijo se desmoronaran, a partir de ahí mi hijo solo me faltó el respeto cada vez más.
Él ha crecido como una persona fría y sin sentimientos, al menos hacia mi. Un enorme odio lo invade. Yo por mi parte también estoy llena de resentimiento y frustración, siento que he sacrificado muchas cosas, mi vida entera la he dedicado a mis hijos, y que todo ello se convierte en simple basura en la boca de mi hijo, siento una profunda tristeza. Siento que nada ha valido la pena, que solo he desperdiciado mi vida y estoy enormemente cansada de llevar en mis espaldas tanta culpa, siento que esa culpa, en parte es injusta, ya que por mi parte hice las cosas lo mejor que pude.
La única persona que aun me quiere y me necesita es mi hija pequeña, pero tengo miedo que algún día me diga las mismas cosas que su hermano mayor. Él algún día también fue un niño cariñoso, alguna vez yo también fui el centro de su mundo, pero no sé que pasó. Pensé que era normal durante la adolescencia, pero el ya es un adulto y nuestra relación ha desaparecido por completo.
Me hace sentirme la peor persona del mundo, la más desgraciada y vil. Y constantemente lo hace delante de su hermana, con lo que imagino que ella en algún momento pensará lo mismo. Los jóvenes quieren salirse con la suya, para eso chantajean y manipulan, el problema es que vivimos en una sociedad que para lavarse las manos de la falta total de apoyos a las familias se encarga de grabarnos en el cerebro para que nos culpabilicemos de todo. Si trabajamos demasiado, si no lo hacemos y estamos en paro, si les mimamos, si ponemos normas, no hay forma de acertar.
A mi hijo le he llevado a varios psicólogos/psiquiatras y yo también he ido, el tenía problemas desde pequeño en el colegio y con los profesores y los demás niños, pero nunca me han dado una solución ni me han dicho claramente qué hacer o como tratarle, intenté todo. Todo, dejarle libre, ponerle normas, pero nada resultó. Los profesores mirándome tras su prisma de prejuicios (al ser una mamá joven y sola) y culpándome de que algo no debía estar bien, vinieron hasta a revisar nuestra casa y vieron un hogar ordenado y con hábitos, yo una persona sana y trabajadora, no tenía otras personas que influyeran negativamente en mi hijo, mi vida sentimental nunca entro en mi casa hasta que me casé cuando mi hijo tenía 12 años. Los psicólogos solo incrementaron el odio de mi hijo hacia mi fundamentandole sus mañas y cargándome a mi la culpa de todo. Todo son derechos, pero donde quedó la obligación del respeto? De asumir colaborar con pequeñas responsabilidades del hogar dentro de lo normal, de asumir sus responsabilidades como sus estudios? Como pones freno a un niño/joven que solo quiere ir a lo suyo como si no hubiese mañana, que con 23 años se pasa el día postrado en una cama delante de una pantalla, que abandonó los estudios, que lo quiere todo, que dispone de los demás como si fuese suyo, que quiere vivir sin considerar a los demás en su entorno ni si les afectan sus acciones y que tiene derecho a todo pero responsabilidad en nada?
Y como vive una persona en el que todo son obligaciones y responsabilidades y no tiene derecho a nada? Por ser madre, según mi hijo, no tengo derecho a disfrutar ni siquiera de una mínima parte de mi vida, de tener un día de descanso, de disfrutar de un pequeño hobby, por ser madre además de pasarme el día trabajando fuera de casa tengo que asumir todo el trabajo dentro de la misma, por ser madre no tengo derecho a disponer ni de un minuto de vida fuera de mis obligaciones maternas? Y por ser madre aunque haga todo esto perfecto soy culpable igualmente, de cualquier error o fracaso que cometan mis hijos, tengan la edad que tengan. Por apuntarme a unas clases de yoga soy una frívola y una vaga, por hacer manualidades estoy perdiendo el tiempo en vez de estar buscando trabajo a veces trata también mal a su hermana, pero mintió al psicólogo diciéndole que la regañaba porque yo me pasaba el día tonteando en el ordenador y su hermana jugaba con cosas peligrosas y él tenia que cuidarla y por supuesto el psicologo le creyó! Porque otra vez tiene prejuicios y me ven una mamá joven. Me paso el día atendiendo a mi hija e intento compatibilizarlo con estudios superiores y proyectos, pero no la descuido ni un instante, además nunca le ha dado por jugar o hacer cosas peligrosas, es una niña muy tranquila y buena y se pasa la tarde a mi lado mientras trabajo en algún proyecto, dibujando o haciéndome cartas y tarjetas. Pero el psicólogo le creyó todo y me hizo sentirme como una irresponsable regañandome delante de él y dándole la razón en todo. El siempre ha utilizado la mentira cuando lo ha necesitado. Incluso al salir de allí se rió y me dijo, debo ser un psicópata porque todo lo que me da la gana este se lo traga. El psicólogo según él en sus muchos años de profesional nada se le escapa...Yo acudí a él debido a que realmente creo que la indolencia y la frialdad de mi hijo hacia mi y su hermana no son normales, pero lo único que ha hecho es fortalecerle más en su posición.
Mi hijo lleva dos meses y medio trabajando, en un trabajo que conseguí yo con la asistente social debido a la gran preocupación que sentía de que pasara el día entero tumbado sin hacer nada. Yo llevo en paro 5 años, a mi se me complica mucho por que debo asumir el cuidado de la niña y los horarios escolares se me hacen bastante incompatibles con la mayoría de trabajos, aún así durante todo ese tiempo no he estado quieta ni un momento, he estudiado varias cosas compatibilizándolo con el tiempo que debo dedicar a criar a mi hija pequeña yo sola, que no es poco y con las obligaciones del hogar, economía y demás. No percibo prestaciones por lo que tengo que irme buscando la vida con esta o la otra ayuda cuando se acaba, y haciendo malabares para cubrir nuestros gastos. Aún así en casa no nos falta de nada y tenemos una casa bonita, agradable y limpia. Sin lujos pero no nos falta de nada. Ademas de eso y se las nulas posibiliades de trabajo que aparecían, he hecho enormes esfuerzos por mantenerme positiva y luchar contra una depresión en silencio, planteándome proyectos para buscar una alternativa que me permita acceder al trabajo sin nadie mas me lo quiere dar. el siempre ha criticado estas iniciativas y las continuas discusiones me dejan muchas veces sin energías para hacer nada. Además del pésimo ambiente en casa que tiene que soportar mi pequeña que no tiene culpa de nada, yo me separé de su papá para que creciera en un hogar en paz y ahora esto. Me quita las ganas de todo y pese a que me esfuerzo, muchos días no tengo humor ni para jugar con ella. Estoy agotada.
Además de eso, me he implicado gratuitamente en distintas causas que pienso necesarias como ecologístas, de derechos de las personas y en defensa de la libertad, defensa de la sanidad y la educación publica y municipales, todo ello con vistas de dejar un mundo un poco mejor a mis hijos. Sin embargo me tilda de vaga a todas horas. Soy una persona muy exigente conmigo misma, y posiblemente lo sea también con los demás, pero procuro reflexionar y ser comprensiva, siempre. Ponerme en el papel de los demás y tratar de comprender y ayudar. Buscar las maneras de llegar a solucionar los problemas. Huir de la negatividad y centrame en lo positivo.
Pero mi hijo sin embargo es todo lo contrario a mi. El gusta de la oscuridad, lo tétrico, la desesperanza, el abandono y la desidia y eso me desespera. Asumo que cada uno es como es, que tal vez simplemente sea su naturaleza o una etapa de su vida, pero me lastima que esa actitud invada nuestra vida y nuestro hogar y que su hermana deba crecer bajo esa influencia. Entiendo que cada uno tiene su propia forma de ser, mi hijo y yo somos radicalmente opuestos y por lógica existen roces y desavenencias. Tal vez yo debí asumir esto hace tiempo, pero he pagado muy cara mi independencia para poder vivir en la luz y ser feliz. No puedo conformarme con que una persona llene de oscuridad mi vida y me condicione a vivir todo lo que yo rechazo.
Todo lo que sale de su boca con respecto a mi es basura, estoy cansada de todo esto y soy sincera, pese a que una parte de mi es consciente se mi esfuerzo, otra de tanto oír y oír lo mismo lo siente así profundamente. Siento que mi vida no tiene sentido, que solo la he quemado, siento que solo soy un estorbo y mi presencia solo daña a mis hijos. Siento que no puedo darles nada bueno, que soy una inepta. Mi hijo me ha llamado esta tarde retrasada mental y si, así me siento. Una retrasada que por más que lo ha intentado todo lo ha hecho mal. Nada me ha resultado en la vida, nada. Incapaz de encontrar un trabajo, incapaz de salir adelante. Siento que estoy acabada y que no me queda ya nada por delante. Demasiado cansada para seguir, demasiado tarde para hacer nada. He pensado varias veces en quitarme de en medio, incluso en comprar un seguro y fingir un accidente, así para ellos sería menos doloroso y yo podría al menos dejarles algo, ya que como madre no fui capaz de darles nada, al menos dejarles dinero. Pero creo que mi pequeña aun me necesita, que la marcaría si lo hiciera. Solo por ella sigo aguantando cada día esta tortura. Un futuro incierto y oscuro.
Siento haber escrito esto tan largo, ni siquiera creo que nadie tenga paciencia de leerlo, pero al menos a mi me ha servido de desahogo.
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