En la vida tenemos que entender que todos a los que amamos son para nosotros. Nos llevaremos decepciones grandísimas que nos sacarán lagrimas, que nos harán mirar hacia arriba y preguntarnos “¿porque a mi? si lo único que he hecho es amarte incondicionalmente “ y la respuesta es que lastimosamente esa persona no es para ti. Aquí es donde nos toca tomar la decisión difícil: ¿me alejo o lo intento una vez más? Y lo único que te puedo decir es que seas honest@ contigo mism@ y te preguntes si te estás aferrando a una persona que te está diciendo mil veces que no.