Soy un hombre maduro, desde la adolescencia me encantó vestirme de mujer e imaginar siendo penetrado por hombres, de hecho, algunos lo hicieron (pero no vestida) y me gusto, pero por el que diran, segui vida normal, me casé y tuve hijos. Ahora en esta edad me han vuelto con muchas ganas el vestirme de mujer y ser penetrada por hombres y ahora si lo he hecho estando vestida de mujer y me encanta, aunque sea sólo un fetiche, pero me encanta, pero dada la pandemia y que me vi con unas molestias de gripe (ya casi estoy sano) temo estar ofendiendo a Dios. Tengo una una lucha muy fuerte entre mi cuerpo que me reclama vestirme y ser penetrada y el no querer ofender a Dios. ¿A alguna le ha pasado?.