Acabo de terminar una relación de casi 5 años. Lo admito, no fui el mejor de los novios, era celópata y a veces le reclamaba demasiado. La relación siempre fue ella tratando de cambiar para complacerme a mí. Quizás ella se sentía siempre al borde de perderme. Pero yo sí la quería, nunca la engañé, nunca le mentí. Ella tampoco me engañó. Nuestras diferencias nos condujeron a peleas muy feasn. Yo rompí con ella varias veces pero al final no pasaba de un día y siempre volvíamos. Toda esa época tormentosa fue al inicio de la relación. Luego vino un tiempo largo de mayor estabilidad, de mucha felicidad y de mucha compenetración. Por estudios tuve que irme al extranjero por un año y medio, nos escribimos y prometimos que pasado ese tiempo nos casaríamos. Todo estaba bien, ella exhibía mucho sus sentimientos por las redes sociales, publicando a los cuatro vientos "nuestro cuento de hadas". En fin, algunos días antes de volver a casa (y de tener el soñado reencuentro) ella se empezó a poner muy irritable al punto de que dejó de escribirme. Cuando vuelvo me encuentro con la sorpresa que ella ha terminado conmigo, me odia de la nada, me empieza a sacar en cara cosas de hace un montón de tiempo, en fin, como si me hubiese guardado secretamente un odio durante toda la relación. Además, estaba empezando a "pasear" con un amigo justo en esos días. Cuando le pregunté la razón de su decisión me dijo que ya era tarde para pedir perdón, etc. Le pregunté si se trataba de otro hombre y me dijo que no.
Bueno, el asunto es que sufrí mucho por perderla y perder todos nuestros planes. Pero cuando nos vimos en directo ella cambió su versión diciendo que necesitaba sanar y perdonar antes de volver conmigo. Bueno, fue duro pero supuse que era cierto, que tenía que perdonar y tuve la esperanza de recuperar la relación. Pero tras algunas semanas de encuentros casuales (encuentros de pareja sin ser pareja, ustedes entienden) me entero que el amigo con el que estaba saliendo no era tan solo un amigo. Se había enganchado con él.
Bien, hasta ahí todavía quedaba una cuota de normalidad. Mujer, si ya no me quieres y te atrae otro pues dímelo y me alejo ya está. Lo hice, le dije que ya no íbamos a volver, que me sentía engañado, etc. Y bueno, ahí es cuando cambió otra vez la versión y ahora está triste triste, de muerte, rogándome que me quede, que no la abandone, diciendo que soy el amor de su vida, que no quiere perderme, etc. etc.
¿Qué rayos pasa por la mente o corazón de esta mujer?
Reconozco que al principio estaba super decidido a no volver con ella pero al verla tan triste como que me dan ganas de amarla de nuevo.