Esta es la explicación:
Lo que ocurre con los fármacos para la depresión es que impiden que la neurona recoja otra vez que se encuentra en el espacio sináptico con la finalidad de aumentar la cantidad de serotonina entre las propias neuronas. Por lo tanto provocan que de un momento a otro se eleve la cantidad de serotonina de manera exagerada. Aparte de que la serotonina se encarga de aumentar el estado de ánimo, también se encarga de regular el ciclo del sueño, el deseo sexual, el apetito, el vómito, entre otras cosas.
Por lo tanto, es normal que al inicio del tratamiento, cuando los niveles de serotonina en nuestros cerebro se alteranbruscamente puedan llegar a aparecer algunos efectos secundarios molestos como las alteraciones en el sueño, en el apetito, disminución del deseo sexual, vómitos, mareos, etc. Una vez que nuestros niveles de serotonina finalmente se regulan podemos llegar a experimentar los beneficios del consumo de estos fármacos. Esto explica porque pueden llegar a tardar en hacer efecto los antidepresivos en nuestro cerebro ya que a pesar de que nuestro cuerpo tiene mucha capacidad para adaptarse a los cambios, no lo hace de inmediato y necesita de cierto tiempo para lograrlo. Generalmente el tiempo que se requiere para que los antidepresivos hagan efecto en nuestro cuerpo es más o menos de 2 a 3 semanas.