Psicóloga en barcelona y online
Hola Niavir,
Simplificando mucho, podemos decir que internet pone a nuestro alcance una infinidad de cosas de manera inmediata, sin necesidad de que tengamos que hacer nada y además partiendo del anonimato, lo cual nos permite ser aquello que en realidad no somos o que en general no nos atrevemos a mostrar en nuestra vida real. Es decir, obtenemos una gran recompensa a cambio de poco riesgo y de poco esfuerzo, al contrario que las relaciones sociales cotidianas que mantenemos con las personas de nuestro entorno (familiares, compañeros de clase o de trabajo, amigos, vecinos), con las cuáles tenemos que interactuar día a día, cara a cara, y requieren por nuestra parte una mayor implicación y manejo de habilidades. De ahí que a algunas personas les pueda resultar muy atractivo las relaciones en la red, en ocasiones, hasta el punto de que éstas lleguen a comerse el espacio de otras relaciones y actividades al margen de la red que antes le resultaban agradables a la persona, convirtiéndose en su única fuente de gratificación. Cuándo esto ocurre, si a la persona se le impide acceder a esa fuente de gratificación, se siente vacía, triste, frustrada y enojada y no tiene en su repertorio comportamientos alternativos que le sirvan como sustitutos a esa fuente de gratificación. En este caso, podríamos decir que la persona ha llegado a depender de internet, y en este sentido funciona igual que cualquier otra adicción.
La buena noticia es que el primer paso para revertir este proceso es darse cuenta de la situación y tú, por lo que cuentas, ya lo has hecho. El siguiente paso sería proponerte dedicar a internet un tiempo determinado cada día e ir reduciéndolo poco a poco. Paralelamente tendrías que pensar qué conductas alternativas gratificantes puedes realizar en lugar de estar enganchado a la red. Para ello te puede ayudar pensar en qué cosas te gustaban antes (algún deporte que te gustaría aprender o practicar, alguna cosa que te gustaría aprender, hacer un voluntariado, ). También será necesario que tengas conductas que puedan ayudarte a manejar el estrés y la frustración cuándo no estés conectado (correr, nadar, darte una ducha, ver una película, hablar con alguien, pintar, construir algo). A veces todo esto suena sencillo pero llevarlo a la práctica no es tan fácil, por ello en ocasiones es necesario el acompañamiento de un profesional, generalmente un psicólogo.
Con todo esto, lo que te quiero decir es que lo te pasa tiene explicación y tiene solución y tú ya has comenzado a caminar en esa dirección.
Reflexiona sobre todo esto, a ver qué te sugiere. Espero haberte ayudado.
Un abrazo,
www.psicoterapiaycoaching.com