Nunca te olvidaré
Mañana hace dos años que perdí a mi sobrino. Tenía dos años y medio y la leucemia se lo llevó en dos meses.
Me duele tanto recordar lo que sentí ese día, es un dolor tan intenso , es un desgarro en el alma,no te lo puedes creer.
Eses día yo me iba a quedar con el en el hospital para que mi hermano pudiera irse a comer fuera y así, desconectar un poco de la situación tan dura que estaba viviendo.Me hacía mucha ilusión pasar el día con él. Mi marido se había ido a llevar a mi hermano al hospital y ese día tardaba más de lo habitual, pero pensé que se había entretenido y no le di la mayor importancia hasta que llegó mi madre para preguntarme si había llegado ya. Yo la dije que no, que no se preocupara , que se había entretenido, pero como si tuviera un sexto sentido, empezé a ponerme nerviosa hasta que ví llegar el coche. Ya está aqui, lo ves cómo se había entretenido. Entonces le vi la car y le pregunté qué le ha pasado al niño , se ha puesto un poco malito, yo le miré, no lo entendía, si le habíamos dejado riéndose el día anterior, y de repente nos dijo SE HA MUERTO. lo miré y le dije es mentira. Cómo voy a mentirte con una cosa así. Entonces yo me puse a gritar, me volví loca, mis vecinos oyeron mis gritos y bajaron a ver qué pasaba, pero yo no veía a nadie sólo recuerdo a mis hijas tiradas por el suelo y yo dando gritos.
Lo que pasó después os lo podéis imaginar, ir al hospital, ver a mi hermano roto de dolor, mi madre destrozada, todos rotos.
Mañana hace dos años y no puedo dejar de sentir dolor, rabia, tristeza, añoranza.
Hay gente que piensa que lo que siento es excesivo, sólo era mi sobrino, piensan, pero hera mucho más que eso, era mi niño, era un niño muy espacial, me adoraba y ni que decir tiene que yo a él también.
Cuando me veía, te tiraba a mi cuello y ya no había quien le quitara de estar conmigo, me sentaba en el suelo con él y nos pasábamos horas jugando, era genial.
Ahora sé que eso no volverá, que no volverá a tirarse a mi cuello, que no podré abrazarle nunca más,que no volveré a ver su sonrisa, que se acabó.
He perdido la poca fe que tenía, porque, no entiendo cómo pueden pasar estas cosas.
Desde ese día no he vuelto a pisar una iglesia.
desde aquí quiero decirle a mi pitufo que nunca le olvidaré, que un trocito de mi corazón se ha ido con él,que he sido muy feliz mientras él ha estado aquí y que siempre le querré.