Soy nuria
Mi vida en pareja comenzó cuando quede embarazada de mi primera hija, luego llegaron tres más, creía que la vida era como en las películas, o los cuentos de hadas: "Se casaron y fueron felices...", aunque yo no sentía la tan ansiada felicidad.
Mantuve un noviazgo lleno de focos rojos, pero nunca quise verlos y aunque sentía tanto dolor de tener una relación destructiva, me aferraba con uñas y dientes al padre de mis hijos, convenciéndole de cuanto lo amaba.
Llego el momento en que exploto el arsenal acumulado en tantos años mal vividos, se acrecentó la obsesión por aquel hombre que lo único que anhelaba era no saber más de mí. Deje de atender a mis hijos, todo el día estaba con una tristeza infinita acentuada por la falta de dinero y pensando como hacer para que aquel hombre al que tanto veneraba, regresara. No hubo ni un paso atrás, estaba decidido, jamás volvería aquel hombre, por el que deje de pensar, hablar y vivir mi vida pensando, hablando y viviendo a través de él. No podía creer lo que estaba sufriendo. Fue una pesadilla de muchos años, hasta que una de mis hijas me invito a acudir al Movimiento Buena Voluntad 24 Horas de Neuróticos Anónimos, donde fui sin ninguna convicción en que me fueran a quitar lo que yo sentía.
A través de la terapia, me he dado cuenta que el abandono es como vivir un duelo, y también que tiene cura y que mediante mi asistencia constante he podido dejar varios resentimientos acumulados de una vida tan miserable. Ahora estoy en paz con esa persona, y sobre todo conmigo, con mis hijos mientras que los daños están siendo reparados con esta nueva actitud frente a la vida, que gracias Neuróticos Anónimos, he comenzado a vivir.
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