Superá tu miedo!
Andá al dentista y contale que te da mucho miedo. Pedile que te ayude, que te explique todo lo que va haciendo y que sí o sí te ponga anestecia (a mí no me gustan las agujas, así que cuando me pone anestecia cierro los ojos). Hay mucha gente que le pasa lo mismo, los dentistas ya están acostumbrados, que no te averguence! Pensá que si esperás más tiempo, cada vez vas a tener más dolor.