Jennifer Paulette Gonzalez Mtz
CARTA A MI PADRE.
Hola papa.
Hace 47 años vine a este mundo como un lindo varoncito del cual tú estuviste muy orgulloso. Incluso no dejabas de presumir ante tus amistades.
Siendo el más pequeño de la familia y el quinto varón en casa, crecí, aprendí de ti tantas cosas lindas
Me educaste a la antigua, con una disciplina casi intachable. Mis amigos te decían el general. Por algo seria.
Crecí y vi en ti esa imagen disciplinada.
Pocas veces recuerdo que me hayas abrazado quizás esa manera hosca de ser, esos prejuicios que te impedían demostrar tu cariño, y más a tus hijos hombres, ese machismo de la época porfiriana Cómo ibas a besar a tu hijo en la mejilla; eso es de ... !!
Al ser tan pequeño y no poder dormir en la recamara de mis hermanos mayores, me mandaste a dormir con mis hermanas y abuela... creo ese fue tu gran error o más bien un consuelo y bendición para mí.
Ahí, a escondidas, conocí el mundo de las mujeres.
Me ponía las medias de mi hermana mayor y sus tacones No pasó de esos juegos inocentes lo hacía en las madrugadas cuando según yo nadie me veía.
Asi lo hice de los 5 hasta los 10 años... después me fui a dormir a solas cuando mis hermanos se casaron, y me quedó su cuarto para mi solito.
Como cosa curiosa, desde los 11 hasta los 27 años, creí era asunto olvidado lo dejé de hacer totalmente, dejé de vestirme en ese lapso.
Conocí a la que hoy es mi esposa, a quien amo y respeto con toda mi alma y corazón, que me dio 2 hermosos hijos.
En el noviazgo le compré a mi novia algunas cosas sexys de lencería...
Obvio eran regalo, así que las guardé en un maletín deportivo.
Ahí volvió ese fantasma... que se fue tantos años y volvió con tanta fuerza.
Empecé a ponerme tedys, medias y claro... tacones muy muy altos...
Lo hacía a escondidas.
Algunas veces, una vez a la semana cuando no había nadie. Otras, hasta 3 veces a la semana. A veces lo hacia 3 minutos que me parecían años y eternidades, otras 10 min. 15 minutos.
Aún recuerdo lo hermoso de sentir las medias de nylon en mis piernas, ver mis piernas enfundadas en unos hermosos tacones y ni que decir de ese hermoso sonido, música celestial el clap clap de los tacones. Uffffff...
La boda llegó.
La vida matrimonial iba a muy bien.
Para mi suerte mi esposa calzaba igual que yo y su ropa me quedaba, así que a escondidas me ponía su ropa sucia.
Nunca me descubrió; más de 3 veces estuvo a punto de hacerlo.
Así pasaron muchos años hasta que un buen día no aguante más.
Le confesé mi secreto, el mismo que te confieso a ti.
Un día, con la confianza del matrimonio, le confesé a mi esposa mi gusto por los tacones de aguja; le dije que desde pequeño siempre me gustaron, que me excitaba el roce de las medias
Mi sorpresa fue que ella me vendó los ojos y me dijo sh no digas nada.
En ese momento me comenzó a feminizar; me puso su lencería, su tanga, sus medias, y sus tacones.
Qué hermoso momento. Me llevó a la cima del cielo. Después tuvimos el mejor sexo de la vida.
Así fue algún tiempo... cuando de repente un día ella me sorprendió al decirme: ¿Quieres que te maquille?... ¿cómo te verías de mujer...
Así comenzamos a jugar. Ella me maquillaba. Después llegó el momento que me gustó tanto que era muy seguido.
Es un ritual largo y tedioso, así que un buen día me dijo: No te prohíbo que te maquilles, pero ya no lo haré, es mucho tiempo y para nada.
Así comencé a practicar, hasta llegar a lo que ahora ves aquí. Al principio fue una excitación total.
Al paso del tiempo vinieron los problemas económicos y la inevitable separación. Quedamos en buenos términos, solo estamos separados por así convenir. Aun seguimos amándonos, amo a mis hijos y mi relación es de lo mejor muy madura.
Esta soledad nos ha hecho valorar a los dos, a la persona por lo que vale.
Créeme viejo, me es muy difícil escribir estas líneas.
Espero no te sientas defraudado... por todas las esperanzas que pusiste en este niño que al paso del tiempo resultó ser niña.
No sabes cuánto lloré, cuantas veces me pregunte ¿porqué?... ¿porqué me sucede esto a mí? No me gustan los hombres. Esto es un castigo.... ¿porqué me haces esto Dios!!!
A base de muchas lágrimas, de muchas noches y madrugadas, llegué a una conclusión: mi lado femenino nunca me abandonará. Jamás. Lo he intentado una y otra vez y cada vez llega con más fuerza. Tengo que aceptar que la mujer que está en mi mente, existe y es muy real, como mi imagen de varón.
PAPI....PERDONAME POR NO SER EL HIJO QUE SOÑASTE, DEL CUAL ESTUVISTE ORGULLOSO.
¿Qué hubiese sucedido si supieras que en vez de 2 hijas tenías 3?
Espero que desde el cielo, en donde estas, me puedas perdonar. ESPERO PUEDAS PERDONAR A TU HIJA JENNI.
Papi te amo. Algún día estaremos juntos. Espero no me veas mal y me aceptes como tu hija.
DIOS, ME PONGO EN TUS MANOS.
