Ha pasado poquito más de un mes desde que me dejó. Sigo sin tener una mísera noticia suya y esto me provoca dos tipos de sentimientos contradictorios.
Hay días en los que me siento más fuerte, al no saber nada de él tampoco tengo que enfrentarme con su rechazo pero por otra parte me desespera que no se interese lo más mínimo por como estoy.
No sé si le resultará fácil actuar así, si lo hará porque es consciente de que es lo mejor para mi. No sé nada, nada de nada.
Y unos días pasansin más ... y otros días son como una pesadilla horrible de la que no consigo salir.
No puedo soportarlo, no soporto su indiferencia, me hace muchísimo daño. Me parte el alma que ya nada le importe. O quizá si le importa pero debe mantenerse frío y distante?
No lo sé.
Pero tengo el corazón roto y no sé que demonios hacer para salir de esto. No puedo más, sencillamente se ma acaban las fuerzas.