Por lo general ustedes encontrarán más seguido mensajes o peticiones de apoyo de gente que ha sido víctima quizás de una amistad que no ha ido del todo bien ya sea por la responsabilidad del otro o algún problema que se presentó; pues, el caso que hoy vengo a presentar es un poco más distinto, yo soy quien deberán responsabilizar y soy consciente de lo que esto ocasionó, aunque desgraciadamente fue tarde.
Ambos hoy tenemos 17 años, jóvenes como podrán ver. Es un amigo el cual conocí online en un foro en 2012, y hasta la fecha siempre hablábamos, éramos mejores amigos y compartíamos de todo. Con el tiempo, iniciando aproximadamente hacia mediados del 2016, comencé a denotar progresiva y exponencialmente un crecimiento de desinterés para hablar con él, porque había conocido más gente, había entrado a otras páginas donde me entretenía, hacía cosas, y mis tiempos de respuesta se volvían a su vez más largos, muchos también provocados por no saber qué más responder para seguir con el hilo de la conversación; no me gusta caer en redundancias.
El caso es que mi amigo no le gusta demasiado tener que esperarme, pese a que con otras amistades a mí no me molestaba en lo absoluto que ellos también llegasen a tardar, aunque comprendo que tenemos distintos gustos y tolerancias, y él prefiere tener una conversación fluida. Él manifestó su descontento y dolor conmigo en Febrero, solucionamos el problema temporalmente pero... a mí me comenzó a dar nervios volver a hablar con él, me sentía obligada y condicionada y ya no sentía tampoco esas mismas ganas; era hablar forzadamente y a veces podía no llegar a responderle nuevamente con rapidez, lo cual mi amigo interpretaba que ya no tenía interés para hablarle.
Intenté disculparme con él, soy consciente que en este úl!@#*! año en particular también estoy pasando por una situación que yo ni siquiera comprendo el cual ha hecho cambiar en mi ser y actitud, a veces ya no respondía a cosas como antes y lo notaba, imagino que eso también me estuvo afectando en mi seguridad para responderle. Reconozco que él ha sido también quién más me buscó y yo comenzaba en menor medida las conversaciones, sin embargo la gota del vaso rebalsó una vez que entre una disculpa en la que reconocía mis errores, mencioné que él me había regalado tantos dibujos en estos 5 años de amistad mientras que yo nunca le había regalado nada, pese a que muchas veces hice bocetos que quedaron sin finalizar, quizá porque siempre quería superarme y sería hacer algo que se vea realmente bien trabajado al ver el esfuerzo que él ponía, debía ser equiparable, ¿no? Pero esa ambición mía sólo me ha traído consecuencias negativas.
Ya en la última etapa, ambos habíamos acordado hacer un dibujo entre los dos. El boceto era mío y él hizo el trazo, me tocaba entonces a mí pintarlo y después de dos meses de espera no pude finalizarlo, quedó como todo lo que hice a la mitad, él (con razón) se cansó y decidió hacerlo por su cuenta el resto. Ahora mi amigo perdió completamente la confianza en mí y decidió que prefiere terminar la amistad, yo no sé qué hacer, quería dibujarle y escribirle algo como despedida porque me duele muchísimo todo esto, pero me siento demasiado mal porque sí le hice dibujos (aunque de menor calidad) a otros amigos.
Siempre estuve para él para ayudarlo en el resto, siempre le he brindado ayuda inmediata para que mejore sus habilidades, le di consejos, para lo demás estuve siempre pero no he sido capaz de darle una verdadera muestra de agradecimiento a él, ahora es muy tarde...
Quiero hacer al menos un par de aclaraciones en lo que respecta a mi punto de vista: él me confesó que yo era su única amiga y que constantemente se sentía solo. Pese a que no sé de qué forma expresar en palabras lo mal que me siento por haber descuidado de esta forma una amistad que iba tan bien y ver el dolor que también le provoqué a él, creo que tampoco es sano depender de una sola persona, él debería comprender que yo también tengo mis cosas, que también tengo otros amigos, y que también me gusta tener mi rato en soledad; por las mañanas debo estudiar, por las tardes voy al colegio y la noche es el único momento (y el que más me gusta) que tengo para descansar. Hay días que sí, no me apetecerá tanto hablar con él, pero si hay algo que no me gusta sentir es presión, eso me puede alejar muchísimo de la gente y pierdo la comodidad. Todavía al día de hoy me pregunto qué hubiese sucedido si nunca se hubiese dado esa discusión en Febrero...
Me dijo que tengo hasta el viernes para darle una respuesta.
¿Alguien me puede dar algún consejo? Me siento bastante mal y culpable de todo esto.
