En respuesta a bellafv
Buenas tardes. Mi situación es la siguiente:
Soy Venezolana, tengo una hija de cuatro y mi esposo, estamos en Bogotá, el desde hace un año, yo llegue hace tres meses, realmente me he sentido cada dia muy deprimida con ganas de volver, tengo 30 años en Venezuela era docente, aqui ya comence a ejercer pero cada dia q pasa es peor, no tengo animos de nada, solo quierp estar encerrada y llorar, mi esposo me ha dicho q regrese y el se queda aca trabajando, pero no se que hacer.
Hola soy ecuatoriana y emigre de mi pais, no en las condiciones tuyas, pero siempre sera duro dejar nuestra zona de confort!! Conozco muy bien la situacion que vive tu pais. y aqui van mis consejos:
- No regreses a menos que supieras que la situacion para ti y tu familia en tu pais va a ser mejor que lo que ahora tienes!! y creo a Venezuela salir de esa catastrofe le tomaran muchos anos!
- Tomate un dia a la vez, trata de no estresarte/preocuparte, respira profundo: UN DIA A LA VEZ!!- HOY daras lo MEJOR DE TI!!
- De que sirve gastar tu tiempo en lloraderas y tirada en la cama! LEVANTATE Y PELEA!!
- Recuerdatu hija te esta observando, ella esta aprendiendo de ti!! Ensenale con tu ejemplo a ser VALIENTE Y ESFORZADA!! y no a huir de los problemas, ensenale que tiene una madre que tiene AGALLAS para pelear la vida!!
- Dejaras a tu esposo solo?? Has pesado las consecuencias que podrian darse con tu partida?? El SOLO, sintiendose abandonado, sabiendose que su esposa no tuvo el valor, las fuerzas para juntos pelear este obstaculo/batalla que hoy les presenta la vida, estaras dejando el camino libre para que otra tome tu lugar!!
- Buscate una iglesia, donde puedas recibir consejo y ayuda. Tener a Dios de tu parte en este etapa te sera de MUCHA AYUDA!!
Si necesitas consejo, aqui estoy para ayudarte
Besitos y bendiciones
Sarita
Elogio de la mujer virtuosa, Proverbios 31:10-31
10 Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?
Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.
11 El corazón de su marido está en ella confiado,
Y no carecerá de ganancias.
12 Le da ella bien y no mal
Todos los días de su vida.
13 Busca lana y lino,
Y con voluntad trabaja con sus manos.
14 Es como nave de mercader;
Trae su pan de lejos.
15 Se levanta aun de noche
Y da comida a su familia
Y ración a sus criadas.
16 Considera la heredad, y la compra,
Y planta viña del fruto de sus manos.
17 Ciñe de fuerza sus lomos,
Y esfuerza sus brazos.
18 Ve que van bien sus negocios;
Su lámpara no se apaga de noche.
19 Aplica su mano al huso,
Y sus manos a la rueca.
20 Alarga su mano al pobre,
Y extiende sus manos al menesteroso.
21 No tiene temor de la nieve por su familia,
Porque toda su familia está vestida de ropas dobles.
22 Ella se hace tapices;
De lino fino y púrpura es su vestido.
23 Su marido es conocido en las puertas,
Cuando se sienta con los ancianos de la tierra.
24 Hace telas, y vende,
Y da cintas al mercader.
25 Fuerza y honor son su vestidura;
Y se ríe de lo por venir.
26 Abre su boca con sabiduría,
Y la ley de clemencia está en su lengua.
27 Considera los caminos de su casa,
Y no come el pan de balde.
28 Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada;
Y su marido también la alaba:
29 Muchas mujeres hicieron el bien;
Mas tú sobrepasas a todas.
30 Engañosa es la gracia, y vana la hermosura;
La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada.
31 Dadle del fruto de sus manos,
Y alábenla en las puertas sus hechos