Como mera precaución es prudente que trates de asegurarte de que tu hermana no está siendo víctima de violencia doméstica. Dicha violencia incluye aislarla de los demás, de amigos y familiares. Si este fuera el caso recriminarla serviría muy poco y de alguna manera hasta refuerza las ideas que el maltratador le puede haber metido.
Si no está viviendo violencia doméstica podría ser que esté pasando por alguna situación difícil, económica o familiar de la que también habrías de intentar enterarte.
De cualquier manera, en este momento, lo mejor es que trates de mantener abierta la comunicación. Hablen de otra cosa, que te platique de su día, evita hablar de los conflictos y solamente hablen de ellos si ella inicia el tema. Si desea hablar de conflictos en los que no puedes estar de acuerdo con su punto de vista pídele que hablen de otra cosa.
Rescata tu relación con ella antes que otra relación.
Si en efecto es simple egoismo y falta de agradecimiento le tocará a la vida enseñarle y está fuera de tus manos hacerlo.