La conozco desde que teníamos 8 añitos, hemos pasado por muchos malos momentos juntas, por supuesto buenos también, pero los malos son los que más unen. Para mi, después de mi hijo, era la única persona en el mundo por la que lo dejaría todo si supiera que me necesita. Me sentía muy orgullosa de "presumir" de una amistad así con ella y creo que es la persona que mejor ha llegado a comprenderme nunca.
La cosa empezó cuando yo me separé de mi marido. Ella tomó partido por mi en todo momento y me apoyó bastante, lo que pasa es que yo sentía cierto resquemor cuando me comentaba que para ella mi ex-marido también era su amigo, que no quería perder el contacto y demás. Sentía cierto resquemor porque mi marido me había maltratado y ella lo sabía y aún asi quería seguir siendo su amiga. Yo no lo entendía, si yo me enterara que su marido la maltrata nunca jamás querría tener trato con él. Pero bueno, yo en esos momentos no dije nada porque en el fondo me sentía mal por pensar eso.
Lo grave vino después: yo trabajaba en una empresa haciendo trabajos eventuales de promociones y demás, necesitaban una persona para una vacante que había quedado y yo la propuse a ella porque la veía muy válida para el puesto y además le hacía falta el dinero. En el trabajo ella encajó perfectamente y al mes de estar trabajando juntas (muy contentas e ilusionadas por ello) a mi me ofercen otro trabajo mucho mejor y planteo en la empresa que quiero irme. Aqui empiezo una lucha a muerte con la empresa porque no querían pagarme extras que me debían, me amenazan con denunciarme por fraude si no renuncio a esos extras y un millón de movidas más de las que no tenían pruebas, por supuesto. Al final todo queda en manos de abogados y yo me voy de la empresa. De eso hace como mes y medio y mi amiga del alma no me ha llamado ni una sola vez para ver que tal estoy. Yo la llamé un día y resulta que dio la casualidad que habían quedado su marido, ella y mi ex para tomar algo y lo que hizo fue darme largas y decirme que me fuera muy bien en mi nuevo trabajo. Desde entonces no sé nada de ella.
No sé si es que ha creído las falsas amenazas de la empresa, o yo qué sé, lo cierto es que me siento juzgada por ella sin que ni siquiera me haya preguntado a mi mi versión. Me siento defraudada porque después de 22 años de amistad y de que habia sido yo quien le consiguió el curro, que menos que una llamadita para ver como va la cosa.
Lo cierto es que lo que me quema por dentro es no poder decirle lo mal que me ha hecho sentir, sobre todo ... porque creí que depsues de tanto tiempo podria contar con ella. No pensé nunca que ella sería capaz de darme de lado. Por lo demás ya tengo cvlaro que la que no quiere personas asi cerca soy yo, aunuqe no entiendo sus razones.
Gracias por leerlo todo. Besos.
