Hace ya un año de la muerte de mi angelito Ignacio. Yo habia escrito aqui antes, pero no pude seguir conectandome. Mi nombre es Vanessa y soy de Costa Rica.
Quiero compartir con ustedes una historia que encontre en un libro y la cual me impacto totalemte:
Te amaba cuando eras solo una idea, solo un sueño de maternidad futura. Me encantaba planear, preguntándome como serias. Era difícil imaginar como seria tener tu cuerpo diminuto en mis brazos, crear una personita. Sin embargo, sabía que algún día te convertirías en una realidad, algún día mi sueño de ser madre se volvería realidad.
Cuando llego el momento sentí que estaba soñando. No podía creer que estuvieras de verdad allí. Me frotaba la panza y hablaba contigo. Pensaba en la fecha en que nacerías, en el día en que podría mirarte y tenerte en brazos, ver finalmente como serias, mí bebe. Todo lo que hacia, lo hacia pensando en ti. Todo lo que comía, cada plato que preparaba, lo hacia pensando en ti, la pequeña vida que estaba alimentando.
Tu papa y yo planeábamos tu cuarto, elegimos nombres, empezamos a ahorrar para tu futuro. Ya te amábamos. Nos moríamos de ganas de sentir tus dedos en miniatura apretando los nuestros. Ansiábamos bañar tu cuerpo suave, oír tu llanto de hambre para alimentarte.
Ansiábamos tus primeros pasos, tus primeras palabras, tu primer día en la escuela. Nos moríamos de ganas de ayudarte con tus deberes e ir a tus partidos de béisbol. Era difícil para mí imaginar a mi criatura llamando "papá" al hombre que amo. Estas son las pequeñas cosas que veíamos en el futuro durante esos meses en que ibas creciendo dentro de mí. Te amábamos!
En un minuto, esos sueños fueron arrancados. Una mañana nublada, durante una ecografía de rutina, descubrimos que habías dejado de crecer hacia semanas. En rigor, nos habías dejado sin que siquiera lo supiéramos. Todos nuestros pensamientos y sueños para ti habían sido en vano. Pero te seguíamos queriendo. Llevo largo tiempo superar el golpe. Nos dijeron que podía volver a quedar embarazada en pocos meses. Pero te queríamos a ti!
Luego nos dimos cuenta de que Dios no había querido que tuviéramos a un hijo todavía, que estaríamos mejor dispuestos cuando fuera el momento. Esto nos consoló, a pesar de que te extrañábamos. Nos habíamos entusiasmado con tu llegada, pero podíamos esperar si era preciso. Y sabíamos que cuando llegaras, yo me quedaría en casa contigo y tendrías una vida mejor, porque tu papa podría terminar la Universidad. De esta manera, por fin aceptamos nuestra perdida.
Han pasado cuatro años desde esa terrible experiencia. Esta mañana, estaba en nuestra piscina con mi hija de tres años. Mientras miraba sus manitas jugando con el agua de su balde, me maraville de su bella inocencia. Realmente era un milagro que pudiéramos ser parte de semejante creación. De pronto me miro con atención y con un parpadeo me dijo.
-Mami, no estabas preparada para mi la primera vez que vine, no es así?
Puse mis brazos alrededor de mi maravillosa hija y entre lágrimas le respondí:
-No, pero te extrañamos muchísimo cuando te fuiste.
Ya no tenemos que estar de duelo por nuestro bebe perdido, pues ahora se que ha vuelto a nosotros. Es la misma criatura de la que nos habíamos enamorado hace tantos años"
Esta historia me toco profundamente el corazón y sé ahora, que es un mensaje que me mando mi hijo Ignacio para decirme que el volvería a mi. A mi me dio esperanzas y toda una nueva perspectiva, espero que también le ayude a ustedes