Nunca tengas miedo de equivocarte, más bien de arrepentirte por no haber actuado. Así como vos sos la única responsable de tus fracasos también lo sos de tus éxitos. Pero ojo, no te estoy aconsejando salir de una relación que te es insuficiente para meterte en una incierta. Y menos asumiendo que después de 20 años en pareja ya debés saber que una no tiene los medios para predecir qué te depara el futuro.
Lo que sí creo que deberías hacer es plantearte seriamente si existe algo por lo que luchar en tu matrimonio y si estás dispuesta a soportar lo que haga falta para trabajar en lo que falla. ¿Hablaste con tu marido sobre el tema del alcohol? ¿Te parece que tiene la voluntad de tratar su problema? ¿Vos tenés razones que te motiven a acompañarlo durante ese proceso? Espero que sepas que tenés todo el derecho del mundo de velar por tus intereses, incluso si eso significa “abandonar” a tu esposo. Nadie puede juzgarte. Pero si lo hacés que sea por las razones correctas, que sea por vos y por él, no por un tercero que en nada tiene que ver de puertas para adentro. Solo tomando una decisión (y no a medias) vas a saber qué es lo correcto para vos.