Pues ayer me di cuenta de que tengo un problema realmente grave. De 7 días que tiene una semana, seis me los paso con una tristeza increible y solo uno estoy increiblemente contenta. Al principio bromeaba diciendo que soy géminis, que tenemos doble personalidad y que era normal que de repente estuviese triste y tan rápido alegre. También lo achacaba a que era mi humor o a la regla, pero no. Me doy cuenta de que cada día es más grave.
Tengo pareja desde hace un año y casi dos meses, la situación es difícil porque él tiene 32 años y yo 18. Constantemente estoy enfadándome porque siempre hay alguna cosilla que no me gusta. Me enfado porque tiene miedo de que sus amigos, cuando sepan lo nuestro, le convenzan de que lo que hace no sea bueno... Me enfado, pero luego paso a un estado de tristeza absoluta, pienso que ya no me quiere, que ya no le quiero, que todo se va a acabar.
Pero el problema no es nuestra relación, pues también con problemas en casa, con mis amigas me encuentro triste. A lo mejor un día quedo con mis amigas, ese día estoy estupenda, llego a casa, se lo cuento a mi chico, él feliz por mi, pero a la hora de irme a dormir me deprimo. Pienso: esas chicas no van conmigo, yo soy más tranquila, jamás voy a encontrar a alguna amiga de verdad.
Lo mismo con los estudios, hoy de repente estoy contenta porque voy avanzando y luego pienso que no me va a dar tiempo, que soy una inútil. Pienso también que las prácticas del carnet de conducir me van bien pero el día del examen voy a suspender y entonces, por todo eso que dije me pongo a llorar. Me deprimo y pienso que mi vida es una mierda, que no tengo nada bueno. A veces he pensado que habría sido mejor morirme...
Pero ocurre algo bonito mañana y estoy todo ese día feliz, pensando que la vida es maravillosa, que tengo que disfrutar el momento, que la vida me sonríe... Llega la hora de irme a la cama, pienso en ese maravilloso día y me amargo, lloro, me da ansiedad. Lo paso muy mal.
No sé si es grave lo que tengo, que quizás tenga que ir al psicólogo, porque no solo me hago daño a mi, sino a mi familia por mis cambios de humor. Me amargo mucho, soy negativa. Ya no sé qué hacer