Supongo que a todos. Mis abuelos, su casa, donde pasaba las vacaciones y me consentían. No existen más.
Me ha tocado adornar para navidad, hacer disfraces para halloween, cocinar un rico desayuno los fines de semana, reír de nada, explicar matemáticas, ir al super con mis hijas que ya son adultas y no viven conmigo. Criarlas, como lo hicieron mis padres conmigo, también fallecidos.
Hoy me acompañan mis perras, mis proyectos, mi trabajo, amigos.
Si mis hijas lo deciden así, y cumplen su trabajo de criarlos, me tocará consentir nietos. Practicaré con los hijos de mis hermanos, que hoy son chicos, como lo hicieron ellos con mis hijas, como lo hicieron mis tíos.
Mi familia "de verdad" ha cambiado mucho, a veces crece, a veces se reduce. Hoy la cotidiana incluye perras además de mi.
Fuimos el público, los que recibíamos. Si tenemos suerte, si aceptamos el trabajo, nos tocará ser tramoya, director, actor o hasta hacer el papel de Santa Claus.
Reparte amor, tu familia es quienquiera que esté a tu lado.