Hace un año y medio vivo con un señor. Yo tengo 27 años, el tiene 44. Nos conocimos en el colegio donde ambos trabajamos. El viene de una relación con una niña que lo engañaba con quien pudiera, ella era tramposa, mentirosa incluso él se echaba la culpa de las cosas que ella hacía y al final lo dejo endeudado con todo el mundo y luego se marchó. Yo siempre he sido educada en lo tradicional, el respeto a los demás fue el punto de partida de mi formación. Por cosas de a vida nos encontramos en un momento en que yo necesitaba mucho cariño de verdad y él quizás alguien con quien desahogarse. Decidí por petición de él irme a vivir abandonando las enseñanzas de mis padres, a escondidas vivo con él. Al principio el se mostró atento, no tomaba, estaba pendiente de mi, y mi error me endeude para ayudarle a él a pagar sus deudas. Luego volvió a su vicio de tomar, llega borracho a la casa me maltrata psicologicamente me dice cuanta barbaridad te imagines. Un día hablé con el, yo nunca he sido de gritos porque no me enseñaron a resolver los problemas gritando sino dialogando, le manifesté que no me gustaba que hiciera eso, que no me gusta que me maltrate porque yo nunca había visto eso en mi casa, el entró en confianza conmigo y me dijo que él no se acordaba que me hubiera tratado así y que lo perdonara. Un día me llamo borracho y me dijo mentirosa, bandida, prostituta, que yo era todo eso porque según el yo me veía con mi ex novio que lo buscara y que me hiciera romper de él. Pues esto me causó un impacto muy fuerte, yo no salgo de mi casa, no ando en fiestas, vivo una vida distinta a muchas mujeres (sin ofender) que me gustaría vivir pero que por amor y respeto no llevo. Ese fue un choque grande y ahora estoy en una encrucijada si seguir o no con una relación donde los celos están a la orden del día pero que por amor no soy capaz de soltar. A veces cuando siento querer salir corriendo con mis maletas e irme me pongo a pensar que pasaría si intento luchar pero luego vienen de nuevo los desprestigios que me da él con sus malas palabras, sus ofensas y LUEGO su llanto diciéndome que lo perdone por todo lo que me dice lo que me hace y que le tenga paciencia hasta que supere esa crisis. No se que hacer amigas, ojalá sean los celos quien me separe y no la muerte
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