Mi historia es la siguiente:
Dejé a mi novio con el que llevaba 5 años hace 2 meses. Vivíamos juntos pero no me trataba muy bien, la mayoría de veces se mostraba indiferente hacia mi dolor y eso me llevó a pensar que yo no valía nada. Cuando me marché de la casa, a los pocos días me escribió, me pidió disculpas, me dijo que iba a intentarlo todo por mi. Pero yo ya había encontrado a otra persona, un amigo de hace muchos años que estaba deseando estar conmigo y yo con él. Sin embargo sus palabras me hicieron dudar.
Es cierto que a veces lloro por mi ex, por cómo podían haber sido las cosas si le hubiera dado otra oportunidad, y eso es lo que me mata. No es que le añore como pareja, pero tengo miedo de arrepentirme en un futuro, y creo que eso es lo que nos pasa a todas. Ese miedo al arrepentimiento es lo que no nos deja avanzar cuando hemos sido nosotras las que hemos acabado con la relación.
Yo de momento no me he arrepentido, pero sí que es cierto que sigo sintiendo que quizás hubiera una pequeña esperanza de que esta vez todo se hubiera arreglado, pero hay que saber PONER PUNTO Y FINAL EN ALGÚN MOMENTO, y yo sentí que ese era el mío.
Nunca sabré si las cosas hubieran funcionado, es cierto, pero mirando al pasado lo más probable es que NO.
He hablado con él varias veces, pensando que era porque le echaba de menos pero anoche me di cuenta de que en realidad, la mayoría de nosotras lo que buscamos son EXPLICACIONES, que nos den alguna razón de por qué tanto dolor.
No nos las van a dar. Ni siquiera ellos lo saben.
Esa incertidumbre de "por qué me hicieron esto" la confundimos con echar de menos a la otra persona, y no es real.
Pensadlo detenidamente. Seguramente os pregunteis más veces al día ¿qué hice para merecerme tanto sufrimiento? de las que pensais que volveríais con ellos con los ojos cerrados.
Las mujeres intentamos buscar lógica constantemente a los sentimientos, cosa que en ellos ocurre con menos frecuencia, somos más sentimentales y analizamos cada una de las cosas que sentimos hasta lograr comprenderlas, no entendemos que quizás ellos no piensan así, pero ASÍ ES. No dan tantas vueltas a lo que sienten, por decirlo de alguna manera, no se autoanalizan con tanta profundidad pero nosotras esperamos que lo hagan, que sepan exactamente por qué hicieron esto o aquello.
A mi me ha servido mucho esta reflexión para darme cuenta de que en realidad no quiero volver con él, sino que me explique por qué me lo hizo pasar tan mal cuando me tenía y luego cuando he desaparecido de su vida quiere dar el 100%.
No queremos volver a esa vida, queremos que nos expliquen por qué en esa vida hubo tanto dolor.
La incertidumbre de no saber si ésta hubiera sido la oportunidad definitiva también es dolorosa, pero ¿cuántas oportunidades ha habido antes sin ningún resultado? Así es como piensan ellos, fríamente, con la cabeza, dejando a un lado las comidas de cabeza (en general, que ningún chico se ofenda) y funciona. En eso podemos aprender mucho de ellos.
