Hola! Soy una chica mexicana de 23 años que al igual que muchas personas en este planeta ha sufrido alguna vez algún trastorno ansioso o depresivo.
Todo comenzó hace aproximadamente dos años, en mayo del 2012 cuando me encontraba estudiando lejos de casa, debido a todo el estrés de la escuela y una relación amorosa fallida empece a tener problemas estomacales, principalmente nauseas, casi al terminar el semestre en ese entonces empece a tener vomitos, diarrea, dolores, bajé aproximadamente 7 kg en menos de un mes, todo debido al estrés permanente en el que me encontraba. Llegué a casa y obviamente lo primero que hice fue ir al médico, ya saben, lo de siempre, miles de estudios, todos negativos. Comencé a buscar por internet mis síntomas (lo peor que pueden hacer, no lo hagan) y terminé convenciéndome de que estaba por morir de una enfermedad terminal.
Después de todos estos estudios médicos, se llegó a la conclusión de que mi problema era "mental" (recordemos que la ansiedad y la depresión son resultado de fallas en la química del cerebro), así que mi médico decidió mandarme con un psicólogo, cabe recalcar que para esto yo pesaba aproximadamente 43 kg y el hecho de que los demás me vieran tan delgada me hacia sentir peor, no comía, desarrollé agorafobia, me la pasaba durmiendo y cuando estaba despierta llorando y pensando en mil y una formas de quitarme la vida, estaba desesperada.
Decidí, tontamente, ir con una psiquiatra que me inyectó un medicamento llamado "olanzapina", terminé dormida fuera de mi casa, con mi madre asustadisima y llevándome a urgencias.
El 2012 no fue mi año, por lo que pueden leer.
Las terapias psicológicas tampoco me ayudaban mucho y yo día con día me sentía peor, mis pensamientos eran terribles y solo pensaba en morirme. Termine yendo con otro psiquiatra que me recetó clonazepam, haloperidol, imipramina, al no servirme, me cambió el medicamento, en fin, probé de todo, nada me ayudaba.
Llegó un momento en el que empece a aceptar mi realidad y me resigné, terminé hablando con ese ser supremo que todos esperamos que exista, y que fuera lo que tuviera que ser.
Pasaron los meses, dejé las terapias psicológicas, dejé los medicamentos (cosa que tampoco se debe hacer por si solo) hasta que llegó el momento en el que tuve que levantar la cara y decirme a mi misma que quería salir de ese infierno, e increíblemente empecé a ir a trabajar, esto con ayuda de mi madre que casi me sacaba arrastrando de la casa para ir a trabajar. No saben lo que me ayudó, en un principio iba al trabajo muriendo de nauseas y vomitándome de los nervios tan grandes que traía en el estomago, apenas y comía, me sentía muy mal, pero aun así iba. Y es de las cosas que mas me ha ayudado. Obviamente tuve que dejar la escuela, no podía seguir viviendo lejos de casa, sola y estresada.
Busque por todo el internet la cura para mi padecimiento, todo fue en vano, descargué un método de un tal charles linden, que supuestamente es muy famoso, en vano también.
Llegué a la conclusión de que ninguna pastilla en el mundo me iba a curar, que la cura estaba dentro de mi y nada mas.
Empezando el 2014 todo fue mejorando, principalmente porque cambié el contenido de mis pensamientos, aunque se lea trillado y tonto, así es, por ahí se empieza, por re programar al cerebro, al principio es sumamente difícil, pero si no se intenta, jamás se logra.
Empece a hacer deporte, me ayudo muchísimo tambien.
La ansiedad es algo que no se cura porque como ya todos sabemos es un mecanismo de defensa, se controla.
La depresión SI se cura, y me consta. Y sin medicamentos.
En estos momentos soy una persona muy fuerte y con una mente mas fuerte, eso si, soy muy sensible, y a veces la mente me juega bromas, pero logro controlar todos esos pensamientos que me provocan angustia.
No quiero alargarme mas, porque hay mucho mas que contar, solo resumí.
Si necesitan apoyo, si tienen alguna pregunta, no duden en preguntarme. Estoy aquí para ayudarlos.
Saludos y besos.