No voy a generalizar, sé que hay hombres con una gran capacidad e inteligencia emocional, pero empiezo a pensar que son minoría.
Me considero una mujer madura, que me falta mucho por aprender a nivel de emociones, pero que también he aprendido mucho a través de estar atenta a lo que sienten y cómo se sienten los que me rodean, de la empatía que le llaman. Y ahí empieza mi reflexión:
Tengo un padre, separado de mi madre, que nunca me ha hecho de padre excepto vía teléfono porque, según él, tiene mucho trabajo. Y lo curioso es que siempre me pide favores a los cuales no puedo decir que no porque me cuelga el teléfono y se hace el ofendido días enteros.
Tengo un padrastro, hace trenta anños, así que: tengo otro padre. Con éste convivo más, pero resulta que sólo sabe hablar de él, nada más llegar a casa de mi madre acapara toda mi atención contándome su última batallita en el trabajo o en dónde sea. Antes siquiera de dejar que le dé un abrazo a mi madre. Es tan egocéntrico que cuando mi marido y yo vemos algun programa de televisión que nos gusta, se pone delante del televisor a contar cualquier batallita para que le halaguemos.
Tengo un hermano que nunca me llama si no lo hago yo. Que quiere ser un cantante famoso, que apenas si tiene un grupo formado y ya se muestra como un divo tan ajetreado que 'ay.... no tengo tiempo ni para llamarte' y, cuando lo hago yo, siempre y exclusivamente, sólo habla de sus fantasías de famoso, cuando le cambias de tema no te aguanta más de 3 segundos.
Tengo un marido que me puso los cuernos, del que ahora no me fío ni un pelo, porque a pesar que me promete una y mil veces que me es fiel y me quiere mucho, sus palabras no van acorde con sus actos: le encanta coquetear con las mujeres e incluso delante de mi, aunque dissimuladamente, claro! Namás faltaría...
Tengo un jefe que, tanto a mi como a todos sus trabajadores, nos trata a voces, desconfía de nosotros en todo, me manda más trabajo del que puedo asumir y a pesar de todo NUNCA sé qué día voy a cobrar, un mes es el 5, otro el 11, otro el 17 y así sucesivamente.
Y por último, tengo un compañero de trabajo, que a pesar de ser amigo de mis padres, caaaaaada mañana del mundo entra en mi despacho para contarme un chiste verde, o para decirme siempre tonterías referidas al sexo haciéndome sentir mal.
A todos ellos les he dicho lo que me molesta de su comportamiento y todos ellos o se han enfadado llamándome exagerada o se han reído de mi a la cara.
Hoy he decidido que a la mayoría de los hombres les falta un buen curso de reflexión y aprendizaje emocional y hoy he decidido que nunca más voy a sentirme mal por su disfunción emocional, el problema lo tienen ellos, no yo.
Pero a veces es tan difícil poner límites emocionales.....
Gracias por leerme a quién lo ha hecho y, si queréis comentar el tema, encantada de leeros.
Besos a todas y a todos.