Comparto con ustedes una situación muy común, nada ajena a la vida familiar de cualquier persona normal aunque normal es algo relativo pero que a la larga, hace que esa vida, que uno piensa como un tránsito feliz, acabe siendo un incordio irritante.
Bien dicha está la frase Los amigos, los novios y las parejas se eligen, los parientes se heredan.
Comentaré que mi pareja sufre un serio problema psiquiátrico desde hace más de un año. Pero yo, como su pareja, aprendí a entender que la causa de ese problema, es en el 70% la familia: mamá y papá separados, divorciados, padre ausente, madre depresiva con contínuos trastornos psiquiátricos. Fue criado por los abuelos maternos y punto.
Lo que para ellos, que el mundo gire a su alrededor, es decir, todo converge en la supuesta Unión familiar, no lo es. Mirado desde la vereda de enfrente, el ambiente familiar resulta ser más contraproducente para él que padece el trastorno psiquiátrico que una cura.
Por empezar, hay que estar en la piel de quien trata una persona con estos problemas. Siempre sugiero que cuando se está en medio de una crisis de esta categoría, lo recomendable es conservar la calma y actuar con raciocinio. Lamentablemente, la familia de mi pareja, es de esa gente que cree tener las cosas controladas cuando en realidad no saben como manejarlas. Nadie con dos dedos de frente, sabiendo las herramientas y los arneses que un psiquiatra da para manejar una crisis emocional en un hijo, permitiría que acabara en un lugar para enfermos mentales. Eso es lo que se llama Evasión de la situación.
Nada peor que evadir las situaciones es lo que hace la madre de mi pareja. Lo anormal en esto es que dice preocuparse cuando en realidad no es así. Siempre pienso que él tuvo suerte de que estoy como su acompañante, que tengo fuerzas y sigo para adelante, pero no puedo tolerar el grado de absorción de esta familia: en realidad, son un ambiente enfermo, que no es nada saludable para poder llevar una saludable y aceptable calidad de vida.
Separemos los tantos: las madres no saben que a veces sus conductas generan efectos negativos en sus hijos, no les dejan terminar de desarrollarse tal como son. Es triste tener que remar con un problema causado por la misma familia, la cual, ni siquiera está capacitada para poder manejarlo. Pero que lleva encima un egoismo tal, que lo único que va camino a esto, es la escisión.
Sugiero ver las cosas desde la vereda de enfrente: solo de esa forma podrán entender el porqué de los trastornos psiquiátricos.