Si. Lo admito. Lo admití desde el momento en el que me di cuenta que dejar a mi familia y amigos por él habia sido un error. Yo, antes de él, no era nadie. Y ahora, sin él, quién soy?
Cuando él no está, mi vida se queda en pausa, mientras yo intento avanzar el tiempo con mi mando a distancia imaginario hasta volver a verle.
Él, por su parte, sufre. No es fácil amar a alguien que no se ama a si mismo, que no se cree digno de ser amado y que cree que tu amor es falso o pasajero.
Pero ¿qué hay detrás de esto? Él y yo, yo y él. Dos personas que se aman sufriendo cuando más felices deberían ser.
Quiero cambiar. Pero cómo?