Vaya chapa.
Lo has hecho mal casi todo desde el principio, pues reconoces que nunca estuviste enamorado de tu mujer, ni ella de tí. Tuvísteis a la niña sin apenas conoceros, sin ingresos suficientes y sin poder darle un hogar. Al tener el segundo (¿para qué queríais otro?), perdísteis la poca independencia que teníais.
¿De qué te sirve une carrera universitaria que, además, estás sacando con cuentagotas, si con casi 30 años no puedes con las deudas?
Si no fuiste buen padre estando presente, por mucho que preparases los desayunos, veo difícil que lo seas en ausencia.
En lo único que te llevabas bien con ella era en el sexo. Mira a ver de lo que te sirve eso cuando bajas de la cama.
Así que espabila, y dale un vuelta a tu cabeza.
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