Amiga mía:
(miércoles por la tarde)
Me acaba de llamar mi amigo especial, siento que se me sale el corazón, voy a verlo dentro de hora y media, prometo contarte todo con lujo de detalles.
Querida amiga:
(lunes por la mañana)
Recibí varias noticias que no me encantaron ese día, la primera es que desea ingresar al ejército de Estados Unidos, siento que hacerlo no le será fácil, aunque de inicio sentí un poco de tristeza, que no le demostré. Me pregunto que me parecía, a lo cual respondí que como el quisiera, su argumento es que aquí no deja nada a lo cual tuve ganas de responder que me dejaba a mí, sin embargo, calle, pues no somos una pareja, así que no considero tener derecho a detenerlo. Me dijo que desea irse durante dos o tres años para hacer dinero, lo típico, y en mi pensamiento había un no puedo esperarte.
Lo que si me atreví a decirle, fue que eso era una manera de huir y evadir sus responsabilidades aquí, con su familia, lo cual acepto.
Durante el tiempo que estuvimos juntos recibió dos llamadas, que siento eran de una mujer, en la última, él dijo voy para tu casa, llego en media hora o cuarenta y cinco minutos, no sé que le habrán respondido, pues corto algo molesto y se quedo a mi lado justo ese tiempo, diciéndome que tenía que irse, pues iría a recoger un fax. También me confeso que sale con varias personas lo cuál no me parece extraño, pues desde que recuerdo ese ha sido su sello característico. Ese día le entregue una carta que escribí para él en febrero, una postal y un pensamiento que me gusto, aunque a él no del todo.
Al día siguiente por la mañana recibí una agradable sorpresa, pues me desperté con una llamada suya a mi celular, prometió nos veríamos pronto, no he recibido ninguna llamada más y se que esta vez no seré yo quien lo busque, pues por mucho que yo lo desee, él no va a cambiar y siento que a él solo le gusta jugar con los sentimientos, y como solo a un amigo no puedo verlo ya, por eso me aleje de él hace algunos años.
Sé que es un hombre que gusta de estar con varias personas a la vez, en una ocasión pasé un mal rato, gracias a esta manía de él, pues nos encontró su novia juntos, en su casa, con su familia, y desde ese día no había aceptado salir con él, de eso hace cuatro años, ahora siento que he aceptado salir con él de nuevo, pues sentía que debía de darnos una oportunidad, de establecer una relación de pareja como tal, que por lo visto él no desea formalizar, además de sentir que el tiempo pasa muy de prisa y es el momento justo para tener una pareja. Así que es hora de decir la vida sigue y tengo fé en mi futuro, aunque al igual que tú deseo tener a alguien a mi lado que me valoré, con quien comparta cada día y me sienta feliz, y para eso hay que ser feliz antes de encontrarlo, pues viendo la vida desde un punto de vista positivo todo será mejor.
P.D. Esto lo escribí a una buena amiga, pero me gustaría compartirlo con más personas y saber su opinión. ¡Gracias de antemano!
