¡Edúquelo!
¿En su casa obedece, no molesta, no se pone nervioso, no le dan ataques de rabia porque entiende que las cosas no se hacen como él dice?
Si su comportamiento es diferente en la escuela puede haber un problema ahí.
Si aprendió a comportarse así en su casa la respuesta es simple. Lo que tiene que hacer es educarlo.
Conserve la calma (el que se enoja pierde), cumpla su palabra (incluyendo amenazas), no de un paso atrás. Establezca reglas (usted sola no tiene por qué consultarlo) que se conozcan y se respeten. Las consecuencias deben ir en proporción de la falta. Los castigos nunca serán tan efectivos como "premiar" la conducta correcta. Los premios no deben ser cosas, ni dinero, ni comida. Los premios (refuerzos positivos) son halagos justificados, sonrisas, afecto, hacer juntos algo que a él le guste (un premio puede ser comer juntos un helado, el premio sería la convivencia, no el helado).
Al principio se resitirá, lo mejor para los berrinches es ignorarlo. Yo le decía a mis hijas, conservando la calma y en voz baja, "si gritas no te puedo escuchar". Es muy importante aprovechar de inmediato el momento en que se porte bien o esté tranquilo, por eso es muy importante estar calmado y alegre, para que vea que es fácil portarse bien y difícil portarse mal.
Va a ser una batalla de voluntades, en la que si él gana pierde.