Ojalá te sirva de algo.
Querida Alexia:
Sé que esto que te voy a decir es muy complicado para una adolescente de 12 años, pero es necesario que te plantees varias cosas.
En primer lugar, es impensable que una madre diga a una hija que quiso abortarla. No, no y no. No importa cómo lo justifiques, es simplemente intolerable. En ocasiones, los padres reflejan sus problemas en sus hijos: competitividad, sueños sin lograr, etc. Es más fácil echarle la culpa a un hijo por haber nacido que reprocharse su irresponsabilidad al no haber usado un método anticonceptivo. Lo fundamental es saber que ésos son sus problemas, no tuyos, y que no puedes permitirle que los reflejen en ti.
Además, y esto es particularmente dedicado, tienes que intentar valorar si a tu hermana le hacen más caso porque es más pequeña y requiere más cuidados o si simplemente se trata de un favoritismo. Sea cual sea la situación, recuerda que tú vales mucho, siempre, y que no vales menos porque tu familia te preste menos atención; al revés, eso puede ayudarte para crecer más como persona y enfrentarte a nuevos retos. Nunca serás una persona mimada y sabrás salir adelante tú sola.
Te recomendaría que si en el colegio o instituto tuvieran un psicólogo, que trataras de tener una sesión con él. Al fin y al cabo, los amigos están muy bien para desahogarse, pero se necesita alguien más mayor que te dé perspectiva y consejos para afrontar la situación.
Sobre cómo afrontar la situación, ten en cuenta que tú eres siempre lo más importante. Cuando llegue el momento, no te precipites. Si tienes oportunidad de estudiar una carrera estando en casa, a lo mejor es más interesante quedarte en casa una temporada más y procurar no pasar tiempo en casa (estudiar en bibliotecas, etc), e irte con total seguridad económica cuando termines tus estudios. Las prisas no son buenas consejeras, y por precipitarte en una decisión así podrías dañar tu futuro. Además, podrías buscar ayuda externa, sin que se enteren tus padres. No hay derecho a que unos padres hagan sufrir a los hijos, pero lamentablemente, ocurre más de lo que nos gustaría.
Lo fundamental es que tengas cristalino que tú tienes la clave para ser feliz, tu autoestima, tus decisiones, no pueden depender de la aceptación o no de tus padres. Ahora bien, ya que ellos se permiten el lujo de ser egoístas y cretinos, selo tú también. Aprovéchate de las ventajas de estar en casa: estudios gratis, etc; e ignora lo que no te venga bien. Si hablar con tu madre te altera, no lo hagas. Mantén una relación cordial, pero muy superficial y céntrate en tus estudios para no depender de ellos nunca más, búscate un trabajo cuando llegue el momento, y esfuérzate mucho para lograr tu independencia. Ten la relación con la que estés cómoda, ni lo suficientemente cercana a nivel emocional para que no te hagan daño, ni lejana para que te lo echen en cara. Sé que es muy difícil lograrlo cuando eres tan joven, pero puedes ahorrarte muchos disgustos. Es necesario que sepas cómo son tus padres, que lo aceptes, y que asumas el hecho de que jamás van a cambiar. A partir de ahí, sé dueña de tu destino, decide qué relación con ellos es sana para ti y trázate un plan de vida para más adelante, en el que ellos pueden estar presentes o no, dependiendo de cómo te sientas y cómo de tóxicos sean para ti. Pero nunca te precipites, ni te dejes llevar por los sentimientos. Cuando tratamos con gente tóxica, la clave es tener la cabeza fría, calcular tus movimientos. Sé cínica: no le cuentes tus problemas a tus padres, jamás les importará si son así, pero diles cosas tipo: "qué guapa te ves hoy, mamá", "qué elegante vas, papá". Pero antes de tomar una determinación así, valora sinceramente cómo son tus padres.
Espero haberte ayudado. Recibe un beso muy fuerte y todo mi apoyo.