Dice que me quiere pero ya no me aguanta.
Hace unos 5 días me dijo que haría las maletas, pero aún está en mi casa.
Mientras se decide hace su vida.
Todo el día fuera: con su madre, su gimnasio, sus amigos.
Yo no tengo ánimo ni fuerzas para nada.
Me siento como un gusano, una mala persona que no se merece que nadie la quiera.
Dudo si decirle que se marche porque yo también necesito pensar, pero al rato pienso que le echaría de menos y me arrepentiría.
Ojalá me quisiera, pero en sus ojos sólo veo reproches y resentimiento.
No tiene deseos hacia mi. Hace tiempo que me rechaza sexualmente.
Menudo panorama, ¿no?
Lo peor es que me siento culpable. Él se encarga de recordármelo constantemente.
Estoy en un pozo sin fondo. Necesito ayuda para salir de él