Hola a todo el mundo,
tenemos un problema muy grave en mi familia y hemos llegado a un punto en el que ya no sabemos que hacer, por tanto escribo aquí para contarlo y ver si alguien tuviera alguna sugerencia, en el caso de que haya pasado por algo similar.
La historia es la siguiente: yo tengo 32 años y estoy preparando las cosas para casarme con mi novia. Mi familia (mi padre, mi madre y mi hermana) viven en un pequeño pueblo que está a 150km de la capital donde estamos nosotros. Mi padre se tuvo que prejubilar ya que tuvo un accidente en su trabajo (fue camionero y trabajador del campo toda la vida) a los 57. Ahora tiene 63. Desde los 40 toma unos medicamentos para la depresión, ya que ha trabajado muy duro toda la vida, y en su familia el era el menor de 6 hermanos que trabajaban todos en el campo y siempre se metían con él. Al principio de la jubilación, le costó mucho, pero al final lo aceptó. En mi familia siempre hemos sido pobres, pero ahora que ha llegado la crisis, las cosas se han vuelto mucho peores. De todos modos hay algunos ingresos y haciendo sacrificios, mis padres y mi hermana llegan a fin de mes con lo justo. Mis padres siempre se han llevado mas o menos bien, con las típicas diferencias y discusiones, pero nada del otro mundo. Mi padre es un poco "cabezón" y desde que se retiró lo único que hacía era ir a cuidar el huerto que está en las afueras del pueblo durante el día, volver a casa, y poco más. No se relacionaba con nadie. Mi madre le sugirió ir alguna vez al bar para jugar al dominó y cosas así, algo que antes si que hacía. Total que se animó e iba una o dos veces por semana. Parece ser que conoció a un ecuatoriano. No le dimos importancia. El caso es que desde hace un año se empezó a comportar de una manera muy extraña. Mi madre y mi hermana terminaron por darse cuenta de que básicamente una vez a la semana iba un prostíbulo de ecuatorianas. Al principio no sabían como decírselo, empezaron poco a poco y el lo negaba todo. Dos veces fuí yo allí y entre todos le obligamos a desmotrar si era verdad o no lo que estaba haciendo. Le saqué su móvil y en las llamadas realizadas, llamé delante de él un número de esos. Delante de él comprobé que era una prostituta sudamericana al preguntarle por el precio y los servicios que hacía. El se quedó mudo, no habló más, y toda la familia se llevó un berrinche.
Después de aquello y durante dos meses, parece que las cosas comenzaron poco a poco a volver a la normalidad, y su comportamiento ya volvía a ser el de antes. Pero desde hace un mes, volvieron a pillarlo. Lo impresionante era que esta vez no trataba de ocultarlo. Mi madre le sugirió el divorcio y el contestó que si no le gustaba a ella la situación, que no era problema suyo, y que a barrer.
Ahora mismo ya no nos habla a ninguno de nosotros. Mi madre le hace la comida, cena, lava la ropa pero el no dice palabra alguna.
No sabemos que hacer, estamos muy apenados ya que esto no se venía venir de ningún modo.
No sabemos si es que las prostitutas le han dado alguna droga o si el ha cambiado realmente tanto en tan poco tiempo, pero no sabemos que hacer.
Cualquier opinión sería de agradecer.