Hace poco más de 2 meses después de una complicación en una cirugía mi mamita se me fue al cielo y aún no puedo creerlo, sigo pensando que no es cierto, queno es más que una pesadilla y que pronto la veré. Estuvimos siempre juntas, tengo 46 años y jamás nos separamos, era una persona alegre, de buen humor, caritativa, valiente, fuerte, siempre sonriente. Hoy me siento tan sola sin ella, me siento perdida, sin rumbo, sin razón de vivir, ella era todo para mi y aunque sé que ya no sufre y que es feliz donde está, no dejo de extrañarla tanto, me duele mucho pensar que y no la veré, no poder abrazarla, besarla y apapacharla como siempre lo hacía, es tan difícil seguir aquí sin ella, despertar y anochecer sin verla. Cada momento y cada rincón de la casa están impregnados de sus recuerdos. Rezo por ella todas las noches y voy al panteón a llevarle flores casa semana y aún así pienso que la voy a ver, lo único que me consuela es saber que cada día que pasa es uno menos que me falta para estar con ella.La pena y el dolor que me dejó su partida no se compara con nada, pido a Dios que me de la paz y el consuelo para seguir.