No es cuestión de que sean casados o no, me lo dice la experiencia (ésta en concreto, nunca hasta hace dos años y pico he estado con ningún casado, bueno sí, con mi marido hasta que nos divorciamos), me lo dice todo por lo que he pasado durante estos dos últimos años y posteado en este foro. Es cuestión de ser consecuentes con los sentimientos, valientes, íntegros, sinceros, con los pantalones "bien puestos"; en pocas palabras de ser lo que "anuncian" ser con bombo y platillo.
Yo mantuve una relación hasta hace semanas con un casado y posteriormente separado que supuestamente no tenía nada con su mujer desde hacía aaaaaañooooooosss, que me juro amor eterno, y que finalmente está con el divorcio en puertas porque su mujer se lo planteó (de él no hubiera salido, estoy segura). Durante estos dos años he escuchado decir perrerías de su exmujer hasta el hartazgo, hasta sentirme mal y avergonzada, hasta llegar a pensar que ella era un auténtico monstruo, y él un pobre mortal que se había topado con una demente (cito palabras de él: que no se controla, que es ordinaria, que grita e insulta delante de quien sea y en el sito que sea, que es una inutil que no trabaja, una vaga, una histérica, que lo coacciona, que lo manipula, que no se quiere sexo con él, que grita a sus hijos, incapaz de criarlos, de poca categoría, dependiente de su familia, etc.).
Volvimos, después que me mando a paseo durante unos meses para arreglar sus cosas (me negué a seguir con él si no lo hacía), por tercera o cuarta vez, porque insistió él y me planteó que las cosas habían cambiado, que "todo estaba solucionado" (mentira, lo que estaba solucionado es que su mujer parece que tiene NOVIA -ésto es genial, las vueltas que da la vida-), que quería rehacer su vida y a mí en esa "nueva vida", que reconocía que me había maltratado psicologicamente, porque había estado bajo mucha presión de su ex, bla bla bla, y que nos dieramos otra oportunidad.
El nuevo intento duró pocos días: Como por arte de magia, y desde el momento en que ella planteó el papeleo del divorcio (divorcio que no se ha hecho efectivo no se por que razón y aquí ya pierdo pista porque el decidió desde el momento que me dijo que el tema estaba paralizado, que no era asunto mío y yo ya no le permití que tocara el tema), las perrerías (las mismas) me las ha dicho a mí, he sido objeto de los mismos reproches o parecidos(hasta he tenido que escuchar de su boca, "que soy más parecida a su mujer de lo que me creo", supongo que por plantarle cara) mientras que nuestra situación como pareja no había cambiado: Me seguía aislando sin tener relación con su entorno (él si conoce a mi familia y amigos), nuestros planes estaban supeditados a la disponibilidad de sus hijos (tema no zanjado todavía con su mujer, y definido siempre con pocas horas de antelación), me reprochaba cuando enviaba "excesivos" sms estando con sus hijos -cuatro en 12 horas, unos mandando cariños y otros preguntándo por los niños- (si no me reportaba también se molestaba), no podía ni preguntar cuando volvía a verme a mi ciudad porque se enfadaba, no podía llamar a la casa de un familiar donde vive desde que se ha separado -hace un año- porque nadie sabe que existo y yo soy la prueba de su traición y no va a tirar piedras sobre su propio tejado -ni aunque su mujer tenga novia ahora, pues yo existo desde antes-, y cuando nos hemos visto y hemos estado juntos me ha tratado cada vez con más indiferencia tirando a desdén (esto sin contar unas patadas y unos gritos que me dió la última noche que estuvimos juntos por arrimarme mucho a él - delicado como un jabalí- ).
Los meses que no estuvimos "juntos" antes de este último intento he tenido que enfrentarme a problemas serios de salud. No pienso morirme pero he estado de especialista en especialista desde hace 4 meses, estoy atravesando un momento personal muy delicado, y las fuerzas y el valor que me quedan las quiero para afrontar esta nueva realidad, y no para luchar por ese "premio de consolación" que este señor me ofrece.
En este momento necesito cariño y apoyo incondicional, y no un egoista infantil y malcriado, un pequeño dictador amargado y machista, que justifica su cobardía vital culpando a la mujer "de turno".
Por supuesto que le hice hecho saber, por activa y por pasiva, por las buenas y por las bravas, que en esta nueva etapa y dadas mis nuevas circunstancias necesitaba el cariño y el apoyo que menciono, y que es legítimo, y que cualquier ser humano lo merece. Su respuesta fue completamente agresiva, me reprochó que pidiera cariño, intenté negociar y no pude, dijo estar enfadadísimo y necesitar tiempo (otra vez) para tranquilizarse, a ver si más tranquilo podía ser "cariñoso" conmigo, y una vez "tranquilizado" me acusó hasta de estar enferma para hacerlo sentir "culpable" y me mandó a paseo.
Estoy en proceso de "recuperación" física y mental, con ayuda profesional otra vez por supuesto, con tanta agonía me he perdido y la autoestima la tengo por las rodillas, más o menos. No he levantado cabeza en este último año, entre unas cosas y otras. Menos mal que en mi trabajo y estudios me va estupendamente y que tengo amigos, compañeros y familia que me quiere, me apoya, y me lo demuestra.
Detesto contar mi historia porque parezco una pobre víctima y me repatea. Por supuesto que yo he elegido y he elegido mal, y he vuelto a caer, una y otra vez, y es mi responsabilidad, pero necesitaba desahogarme..
Y a lo que iba, ya casi no está casado y sigue siendo igual de rarito, solo que sin escudarse detrás de un matrimonio fallido..
