Si bien nunca fuí a un psicólogo, pasé por muchas cosas feas desde que soy chica, vivo muy angustiada y preocupada, también sufro de ansiedad, ataques de pánico y las veces que he ido a un hospital a que me realicen controles cuando me sentía mal o tenía dolores que no me permitían ni siquiera levantarme de la cama por varias semanas, la respuesta siempre fue la misma: "es angustia".
Hoy tengo 27 años, desde los 8 años hasta los 19 sufrí violencia física en mi casa por parte de mis padres, fuí a la escuela golpeada un par de ocasiones y no tenía permitido contarle a nadie lo que ellos me hicieron. He aparecido en más de una oportunidad con moretones por los brazos o un ojo morado. Son personas que siempre consideré muy tóxicas en mi vida, siempre fueron muy exigentes y sobreprotectores conmigo, jamás me felicitaron por algo, mis convesaciones con ellos hasta el día de hoy se basan en escuchar como me critican y me dicen que no sirvo para nada. Siempre tuve buenas calificaciones en la escuela, pero nunca fue suficiente para mis padres. A los 12 años empecé a autolesionarme.
No tenía amigos, por lo que mi única amiga siempre fue mi abuela por así decirlo, era la persona que más amaba en este mundo, y si bien sabía que ella no era eterna, me dormía todas las noches pensando en que algún día ella no estaría más y eso me hacía llorar mucho. Falleció cuando tuve 17 años y sinceramente no puedo explicar con palabras lo difícil que se volvió mi vida a partir de ese entonces. Allí fue cuando empecé con problemas de insomnio, problemas para estudiar, para relacionarme con mis amigos, seguí autolesionándome y siempre me costó mucho prestar atención en la universidad. A todo esto, es hasta el día de hoy que mis padres me critican día día pese a mis esfuerzos.
Intenté suicidarme a los 19 años, me corté los brazos e ingerí todas las pastillas que encontré. Si bien perdí una considerable cantidad de sangre, sigo acá, y esas marcas lamentablemente se notan muchísimo en mi brazo ya que me dejó cicatrices muy visibles. Mis padres se enteraron de esto porque les pedí ayuda para ocultarlas, pero jamás demostraron interés ni preocuopación por mi estado.Comencé a fumar cigarrillos, a tomar alcohol, eran cosas que en parte me hacían sentir mejor ya que no estaba pendiente de la realidad.
Y si hay algo que siempre me gustó hacer, fue estudiar, el estudio siempre fue mi cable a tierra. Estuve 5 años estudiando una carrera en la cual si bien estudiaba muchísimo y me súper esforzaba, conseguía aprobar una muy poca cantidad de materias, y no les puedo explicar la angustia que esto generó siempre en mi vida. Este año decidí cambiar de carrera, otra carrera por la cual siempre sentí muchísima pasión, pero a los dos meses perdí toda motivación y hoy en día si bien siento esas infinitas ganas de estudiar toda mi vida, me siento resignada, sin ganas de nada, no tengo motivación por nada, vivo porque no me queda otra. Admito que tengo mucha pero mucha preocupación por mi futuro, pero a la vez siento que "ya fue, no puedo hacer más de lo que ya hice" entonces me dejo estar. En medio de todo esto: semanas sin poder levantarme de la cama, ataques de pánico, ganas de nada...
Por otro lado, les cuento que si bien siempre hablé de esto con mis parejas y algunos amigos, de tanto sentir que me miraban como loca y comprendía que no había forma de que me entendieran por lo que estaba pasando, decidí no contarles más nada sobre mí, a nadie. Para todos quienes me rodean, siempre estoy feliz, siempre estoy con una sonrisa, siempre estoy haciendo chistes y riéndome, pero en realidad es mi manera de esquivar que me pregunten por mí y se den cuenta de como me siento en verdad.
Perdón por escribir mucho, pero necesitaba resumir mi vida en unos renglones. Ojalá pudiesen ayudarme de alguna manera, ya que sinceramente ya no sé que hacer y tengo mucho miedo. A pesar de todo esto siempre me consideré una persona fuerte, optimista y con ganas de querer vivir. Me cuesta mucho vivir, pero es algo que quiero seguir haciendo.
Camila
