En respuesta a iman_47969554
Efectivamente, lo es. Pero tú has acumulado experiencia útil, mientras que ella ha perdido una amiga de verdad, de las que no se pueden encontrar con facilidad.
Por lo demás, la totalidad de las relaciones humanas se apoyan en la utilidad que, cuidado, no es lo mismo que el uso. Ser mutuamente útil depende de la voluntad, la buena fe y los afectos. Y, a veces, cuando esa utilidad deja de ser, el vínculo comienza a diluirse un poco y se pierde la asiduidad, pero sabes que fue una etapa buena para ambas porque la comunicación fácil y el cariño resurgen en cualquier momento y lugar.
En cambio, cuando se trataba del uso (como el caso que nos ocupa), suele haber de por medio un ser egoísta que simplemente prescinde que quien ya no puede usar. Esto suele suceder con las amistades construidas en tiempos de aventuras y aprendizaje, como la escuela y la adolescencia, etapas en que los vínculos suelen ser desequilibrados pero no nos importa en absoluto (aún).
Pienso en la rosa del Principito: yo soy su dueño, pero mi posesión le resulta útil porque la cuido, la riego y la protejo de los depredadores. Ella, a su vez, aporta belleza y alegría a mi vida.
Una sutil distinción acerca del concepto predominante en tus relaciones (utilidad mutua o simple uso) te ayudará a evitar este tipo de desilusiones en el futuro.
Es como que cuando ella se deshizo de su "problema" y ya no necesitaba nada más de mi, se ha ido desinflando.
Conoció a otras personas nuevas en las que ahora ha enfocado su atención, y yo me siento apartada.
Se va "encaprichando" con cualquier nueva persona que aparece en su vida
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