Foro / Psicología

¿Por qué sigo enamorada de él?

Última respuesta: 26 de octubre de 2019 a las 23:19
S
suzhen_5499815
26/10/19 a las 21:19

A Omar lo conocí en el colegio cuando tenía 15 años. Eramos apenas unos adolescentes en busca de nuestras identidades. Yo era una chica bastante gris, malhumorada y con pocos amigos. Él por el contrario, era muy social, divertido, hiperactivo, todo le daba risa. Su novia era una chica linda, algo arrogante, también muy social. A él le gustaba conocer personas diferentes, por eso se acercó a mí. Nos hicimos amigos y a su novia no le molestaba. Salíamos con un pequeño grupo de amigos, 4 chicos y dos chicas incluyendome. A veces ella lo acompañaba, pero no era seguido ya que seguro sentía que no encajaba. Él sin embargo, encajaba en todos lados. Con nosotros los grises, con el grupo rosa de su novia. Para él era fácil. 

Era la edad en la que yo no había tenido novio alguno. Si bien me había gustado un chico en la escuela anterior, nunca se dio nada más que un beso robado que apenas fue un roce de labios, pero lo recuerdo porque fue mi primer beso y hasta entonces el único. Esto explica por qué fácilmente me enganché de Omar, pues no conocía el encanto que algunos chicos podían tener cuando se interesaban por una. La telefonía celular estaba en su auge y nosotros podíamos pasar horas escribiéndonos mensajes de texto sobre cualquier tontería. Sí, había empezado a gustarme, más no me hacía rollos mentales de nada pues él tenía novia y a mi me gustaba un amigo de mi vecina más que él. 

Al siguiente año escolar, Omar no volvió al colegio pues había decidido ingresar a la escuela naval. La otra chica de nuestro grupo había también dejado la escuela porque había reprobado álgebra y los tres chicos se habían conseguido nuevas amigas. Me sentía sola y por alguna razón pensé que si Omar siguiera allí, las cosas serían distintas. Seguimos enviandonos mensajes a diario y yo le contaba lo extraño que era todo sin él y sin Perla. Él me daba ánimos y empezaba a hablarme distinto. Todas las mañanas al despertar tenía un mensaje suyo que decía casi siempre algo como "buenos días mi niña, espero que hoy tengas un día hermoso y recuerda que te quiero mucho". Para este momento él ya no estaba con su novia. Yo no sabía qué había sucedido entre ellos así que ahora sí que me hice ilusiones. Me atrevo a decir que me enamoré por primera vez. Me enamoré de sus mensajes, de su voz por el teléfono. 
 Un día desperté y mi teléfono por primera vez en semanas no tenía mensajes. No tiene crédito, pensé. Así que le escribí yo. En todo el día no hubo respuesta. Le llamé por la noche pero solo escuché "el número que marcó se encuentra fuera de servicio". Me angustié pero esperé. Tal vez se había descompuesto su móvil. Los días empezaron a transcurrir sin noticias suyas. No contestaba mis mensajes ni llamadas y me enojé. Di por terminado algo que realmente nunca había empezado más que en mi cabeza. El amigo de mi vecina empezó a interesarse en mí. Comenzamos a salir. Primero como amigos, después nos hicimos novios. Mi primera relación de dos y no solo inventada por mi. Nos llevábamos muy bien. Teníamos casi los mismos gustos e ideas. Pasaron dos meses de mi noviazgo tal vez cuando un día escuché la voz de Omar en el aula. Me paralicé. No quería voltear, tenía miedo de que en verdad fuera él. Y sí, era él de visita por sus vacaciones. Habló con todo el mundo, pero no conmigo. En algun momento nuestras miradas se encontraron, yo la desvié y me fui. No quería verlo, seguía molesta y a él parecía no importarle, además de que yo ya tenía un novio y me dije a mi misma que ya no sentía nada por ese patán que desapareció sin decir adiós.   No recuerdo los detalles exactos, solo que en alguna de esas visitas me habló por fin. Yo quería hacerle preguntas de por qué, más no tenía caso reclamar algo que nunca había sido y menos cuando yo estaba con alguien. Así que simplemente hablamos de tonterías y nos reímos como siempre. Sí, volvimos a ser amigos como cuando nos conocimos.  Pasaron dos años, yo seguía en mi noviazgo con Luis y con Omar hablaba de vez en cuando. Incluso alguna vez fuimos a comer y al cine como amigos (cuando aún pensaba que podíamos ser buenos amigos aunque siempre sintiera esas mariposas al verlo o hablar). Diversas situaciones nos llevaron a Luis y a mi a terminar nuestra relación de dos años. Yo había abandonado la universidad porque estaba lejos de él, pero él seguía estudiando en una universidad privada donde conoció a una chica muy extraña y libertina. Conseguí un trabajo y volvía de nuevo a hablar con Omar bastante seguido. Salimos un par de veces. Lo fui a visitar a la escuela naval donde conocí a su mamá y a su hermana. Él solo podía salir los fines de semana pero algunos se quedaba de guardia así que un día me dijo que podría salir el fin siguiente y que quería verme porque tenía algo importante qué decirme. Justo en esos días, Luis me buscó y después de ser novios dos años, yo lo quería y lo extrañaba también, así que reanudamos nuestra relación. Le escribí a Omar diciendo que no podría verlo pues había regresado con mi ex. Sí, sentí culpa. Me sentí en un principio la peor de las mujeres pero paliaba ese sentimiento al pensar que al menos yo le estaba avisando y no estaba haciendo lo que él hizo cuando se fue sin despedir ni dar explicación alguna.  Se que me odió y volvimos a perder contacto más como la historia siempre se repite, de nuevo nos encontramos, de nuevo dijimos "ok, una vez más no pudo ser pero te quiero y creo que podemos ser amigos". ¡Qué necedad la nuestra! ¿Qué acaso no era suficiente para darnos cuenta que él y yo no podíamos ser amigos? ¿que entre los dos existía cierta conexión que no era precisamente de amistad? En fin... Mi padre tuvo un accidente devastador que desestabilizó a mi familia por completo. Luis siempre me acompañó, pero Omar también quería estar y peor aún, yo quería que estuviera.  Pasaron varios años donde las cosas eran así. Yo estaba con Luis, Omar era mi amigo con quien hablaba y salía en ocasiones. Ocasiones en las que sin duda algo nos ahogaba por dentro. El estar juntos, darnos un abrazo y no poder ser lo que queríamos ser pues yo tenía mi vida y él la suya. Luis me pidio matrimonio y yo acepté pues ya teníamos 9 años de noviazgo. Yo ya no podía más seguir en ese juego así que decidí de una vez y para siempre olvidarme de Omar. Desúés de todo, si había elegido casarme con Luis, era porque lo amaba y sabía que a él no le gustaba mi amistad con Omar ya que no es tonto y se daba cuenta de que entre nosotros había sentimientos. Nos encontramos en un café, le conté mis planes. Me pidió que lo esperara. Lo siento, no puedo -le dije- tú nunca vas a poder ofrecerme estabilidad, nunca vas a dejar de querer probar aquí y allá... Nos diomos un abrazo, noté su intención de besarme pero no lo permití, ya estaba comprometida. Seguí recibiendo mensajes suyos que no respondí. Tuve que bloquearlo de mis redes sociales y desaparecer.  Me casé, pasaron algunos años donde todo fue grandioso. Se suponía no podía tener hijos pero por alguna razón del destino, me embaracé. Con este hecho, mi matrimonio se fue al diablo. Mi esposo no quería tocarme, estaba sola, caí en depresión. Bajé 20 kilos, me veía tan mal que no soportaba mirarme al espejo. Solo quería morir pero la responsabilidad de ser madre no me lo permitía.  Una noche soñé con Omar. Soñé que nos encontrabamos, que nos reíamos como siempre. Hablábamos de todo. Le contaba de lo feliz que me hacía mi hijo y el sueño era tan cálido. Desperté con una inmensa melancolía. Los siguientes días no hacía más que preguntarme por él e imaginar una vida donde las cosas hubieran sido diferentes para nosotros. Todos los días pensaba en ello y a la vez pensaba que era una mala esposa. Descubrí que mi esposo seguía hablando con una chica que nos había causado grandes problemas en el pasado y le reclamé, él me dijo que mientras no se acostara con ella, yo no tenía nada que reclamar. Me sentí acabada pero dejé de sentir culpa por pensar en Omar. Cuando la culpa se fue, llegaron las ganas de hablar con él, así que le pedí el favor a mi amiga (la que era parte de nuestro grupo en el colegio) que por favor me diera su número de teléfono. Me daba miedo hablarle, temía que estuviera enojado y no quisiera contestar así que le pedí a mi amiga que hablara con él y que le dijera que yo quería hablarle pero que si no quería saber de mí, entonces no lo molestaría. Mi amiga me escribió y me dijo "dice que a él le daría mucho gusto hablar contigo pero que no quiere causarte problemas, así que lo deja a tu consideración".  Pasaron los días y yo no me atrevía a marcar pero un día pensé en escribirle por whats app. No sabía como abordarlo así que decidí hacerlo como siempre. Con una broma.  -¡Hola! ¿cómo estás? Hace 8 años que no hablamos pero me estaba acordando de ti el otro día porque soñé que te casabas con Graciela y no me invitabas a la boda así que me hago presente para que me envíes la invitación por si aún no te casas. 
-Hola... creo que ya se quien eres y no, eso no era un sueño, ¡Era una pesadilla! Graciela es lo peor que me pasó en la vida y ni me la recuerdes jajajaja y bueno, aún no me caso ni se para cuando pero si algún día lo hago, te invito, pero mejor cuentame, ¿cómo estás? ¿Te casaste? ¿Tienes hijos?

-¡Ay no me digas! ¡Pues qué pasó si te amaba con locura! Hasta te hizo una fiesta de bienvenida por tu viaje en la regata con pétalos de rosa y todo. Sí, lo siento, te stalkeé un poco...  Y en otras cosas, sí me casé y tengo un hijo, bueno... uno y medio. 

-¿Cómo? ¿Estás embarazada? 

-¡No! *envié la foto de mi gato* este es uno. 

-jajajaja ya me habías asustado ¡Está hermoso! 

-Y este es el otro... *envié una foto de mi hijo de espaldas*

-wow.... felicidades... ¡Tiene el cabello rubio como tú! Se ve muy lindo
 -¡Gracias! Me salió bello  -¡Qué envidia a ese hombre! Tenerte a ti de esposa y que le hayas dado un hijo tan lindo... yo me quedé con las ganas de una niña que se pareciera a ti y viendo que te salen bonitos, no puedo dejar de decir que si algún día quieres la hermanita de tu bebé, yo con gusto sería el padre jajajaja No quise preguntar detalles de su vida, porque mi corazón estaba acelerado y quería llorar de emoción. No quería saber sobre su situación sentimental. Solo quería platicar con él como antes. Saber que era exitoso y que no me odiaba. Hablamos mucho, bromeamos, nos enviamos fotos de cómo lucíamos. Al final del día hablamos sobre cómo había terminado todo. Lloré pero al final me sentí aliviada por poder saber de él. Eso era todo lo que quería. Al día siguiente por la mañana me escribió: "Buenos días, disculpa si te hice sentir mal anoche, jamás sería mi intención lastimarte. Me gustó mucho saber de ti. Todos estos años he soñado contigo, me he preguntado qué hubiera podido hacer diferente para que lo que no fue, hubiera sido. Volví tantas veces a esa plaza donde un día sin planearlo te encontré. Me senté ahí por horas a ver si aparecías, te escribí pero creo me bloqueaste así que decidí no buscarte más y dejarte ser feliz. El hubiera no existe, así que no queda más que decir que siempre te llevaré en un rinconcito especial de mi corazón y que aunque sea por este medio, estoy feliz de que estés de nuevo en mi vida". Volví a llorar y me limité solo a decirle que yo también lo llevaba en un lugar especial del mio. Continuamos hablando, a veces diario, otras no tan seguido. Yo me mudé de ciudad. Las cosas con Luis fueron cada vez peor. Nos odiabamos. Cometí el error de contarle un poco sobre esto a Omar. Él empezó a insistir en vernos aunque fuera para platicar. Yo puse mil pretextos y entendió que yo no aceptaría vernos porque no era ese tipo de mujer.  Por trabajo tuve que ir un fin de semana a la ciudad donde él vive actualmente. Es una ciudad enorme así que le pedí consejos para moverme ahí. Me dijo que si gustaba, él me acompañaba. Me negué y lo aceptó. El último día de mi estancia allá nos notificaron que la junta acabaría antes de lo previsto e hice algo de lo que no me arrepentiré nunca. Le escribí y le dije que tenía tiempo para ir a comer. Sacó un permiso del trabajo y corrió a verme. Me envió una foto de la fachada del edificio donde estaba yo diciendome "ya estoy aquí y note sorprenda si cuando te vea vomito o algo porque estoy super nervioso". Yo sentía el corazón en la boca también, como si la que fuera a vomitar fuera yo. Sorpresa. Mi coordinador nos dijo que aprovechariamos el tiempo sobrante para una junta rápida de planeación de nuevas estrategias. Le escribí y le dije "te juro que no es pretexto, esta vez no estoy tratando de huir pero tengo que quedarme un poco más aquí y realmente no se cuanto así que si te tienes que ir, bueno... nos veremos en otra ocasión". Es el destino que no quiere que esto pase, pensé. Él me dijo que me iba a esperar lo que fuera necesario. Pasaron 3 horas. De verdad se alargó muchísimo más de lo que incluso era la planeación inicial. Ya no le escribí, pensé que si no lo veía afuera, solo tomaría un taxi y me iría. En cada paso que daba a la salida me sentía más aterrada. Al estar ya en la puerta lo vi a lo lejos. De verdad me había esperado ahí tres horas pero yo ya no podía ir a comer ni a ningún lado, tenía que tomar mi autobus de vuelta a casa para el cuál ya se me hacía tarde. Corrí hacia él y dejé mi maleta olvidada. Me colgué de él en un abrazo tan fuerte. Él solo se reía y me decía "¡La maleta! ¡se la van a robar!" e intentaba alcanzarla conmigo colgada de su cuello. Le expliqué cuanto sentía haberlo hecho esperar tanto y que me tenía que ir. Pediría un uber y eso sería todo lo que nos veríamos. Me dijo que me acompañaba en el trayecto que era de una media hora. Platicamos, nos reímos. Yo estaba hecha un manojo de nervios que no podía dejar de hablar. Me disculpé por ello. Él solo me veía y sonreía. Me abrazó y me recosté sobre su hombro. Su frente tocó la mía. Cerré los ojos. No me beses por favor... pensé en mis adentros. No lo hagas porque te voy a responder y aunque mi esposo y yo apenas y hablemos, no voy a tener valor para verlo a la cara si me besas... No lo hizo. Solo acarició mi cara y me dijo que había extrañado mucho y que estaba más hermosa que antes.  Al llegar a la estación tuve que abordar el autobus de inmediato pues estaba por irse. Introdujo su mano en mi bolso y me dijo al oído "mira en tu bolso cuando vayas camino a casa ya", me giré y entonces lo hice yo... le di un beso, uno como aquel primero que me robaron a mi cuando tenía 14. Apenas un roce de labios. Me separé de él y tomó mi mano. 
-No te vayas... 
-Perdón... tengo que irme.. 

Abordé y me quedé mirándolo por la ventana mientras me decía adiós con la mano. Abrí mi bolso y miré lo que él había echado ahí. Una carta y una foto suya. "Perdona que esté tan improvisada pero no sabía que sí te vería. Me hubiera gustado hacerte un detalle único pero esto es por lo menos para no dejar pasar desapercibido nuestro encuentro después de 8 años". Y otras cosas lindas que él escribió.  Los siguientes días solo hablamos de ese beso y de como habían revivido sentimientos que creíamos haber olvidado. Mi esposo ya me había pedido el divorcio así que ya qué más daba.  -Hace tanto tiempo que siento esto por ti y hoy por fin puedo decirtelo... Te amo... te he amado siempre y hoy se que nada hubiera sido mejor que poder estar a tu lado... Me llamó y me dijo "No me digas eso por favor... yo también te amo y al leerte solo quiero ir a buscarte y traerte conmigo. Pedirte que dejes todo y te vengas para acá. A tu hijo no, por supuesto, ese niño es hermoso y me encantaría que vinieran los dos pero tengo que decirte una cosa porque no quiero mentirte... estoy en una relación con alguien. Perdóname por no haberlo dicho antes, creí que tal vez sabías por las redes sociales. De verdad puedo dejar todo, rentamos un departamento, nos casamos pero no me gustaría desestabilizar tu vida y no solo por mi situación que es también importante, pero más por la tuya..."  Lloré muchísimo, se me partió el corazón en mil pedazos pero le dije que mi situación con mi esposo no era culpa suya, que él no era el motivo sino la consecuencia pero que entendía que tenía sus razones y que entendía que tuviera a alguien importante en su vida. Me dijo que por favor no me alejara, que sentía culpa por no poder ofrecerme algo pero que me quería en su vida de algún modo, aunque fuera en la distancia.  Pasamos varios días sin hablar hasta que me decidí a pedirle un encuentro. Sí, hice mal. Sí, soy una mujerzuela por vivir con un hombre y haberle pedido un encuentro a otro con pareja y comprometido, pero él y yo nunca pudimos tenernos y yo lo deseaba con toda mi alma... ¿Por qué lo deseaba tanto si en 15 años apenas y nos dimos unos pocos besos y nos tomamos de las manos? No lo se... Solo sabía que no iba a poder dejar de pensar en él si eso no ocurría. Le dije que quería verlo. Como estamos en diferentes ciudades, él inmediatamente me pidió una fecha porque la armada no es cosa fácil. Tenía que pedir con anticipación un permiso para ausentarse. Llegó la fecha y fuimos a cenar, la pasamos tan bien... nuestra primera cita después de muchos años... sacó de su bolsa una caja pequeña. Era una caja que él mismo hizo. Decía mi nombre, tenía rosas negras recordando a la que era yo cuando nos conocimos. La abrí y dentro estaba una pulsera con motivos marinos en blanco y negro además de que al abrirla, sentí su perfume dentro. Además tenía algo escrito. "Hola mi amor. Se que no podré estar contigo en fechas especiales pero quiero que tengas esto y que cada vez que la uses pienses en lo mucho que te amo y sientas esa inmensa felicidad que siento yo al verte. Te amo!" ¿Desde cuando dejé de recibir esos detalles de Luis? No lo recordaba... Le dije que lo deseaba mucho, que quería ser suya por primera vez pero que no podía porque aunque fuera bajo esas circunstancias, yo seguía casada... él me dijo que lo entnedía y que aunque también me deseaba, no quería hacer algo que pudiera hacerme sentir mal de ningun modo o que hiciera que me alejara de él de nuevo...  Mi esposo de todas formas se enteró, yo se lo dije... me dijo que él no podía vivir más con una mujer enamorada de otro así que empecé a buscar a donde irme con mi hijo... Cuando todo estaba arreglado, el nuevo departamento ya visto y todo agendado, mi esposo me pidió que no me fuera. Que buscaramos una terapia, que lo más sano para el niño era que intentasemos arreglar lo nuestro. Que si no como pareja, al menos como sus padres y que podríamos compartir el mismo espacio... pero que lo único que me pedía si yo aceptaba ese trato, era dejar lo que tenía con Omar fuera lo que fuera... se lo dije y él me dijo que estaba bien. Que siempre estaría de acuerdo con lo que yo creyera que era bueno para mi hijo pero que por favor buscara ayuda, que podía ser feliz mi hijo aunque sus padres estuvieran separados y que nunca renunciara a mis sueños. A veces me escribía, yo no contestaba pero no era capaz de bloquearlo de nuevo... quería seguirlo leyendo... un día me escribió que me extrañaba y le contesté Ok... ven a verme tal día. No sé, lo hice sin pensar. De inmediato sacó su permiso y su boleto. Un día antes me arrepentí pero me sentía horrible de decirle "no vengas" así que hice algo muy estúpido. Aprovechando que mi prima llegó de visita ese día le pedí su teléfono prestado para enviar un mensje. A él por supuesto.  "No quería tener que llegar a esto pero ustedes me han obligado. Solo voy a advertirte que no quiero que le envíes a Lety ni un mensaje más, no por aquí, no por ningun medio. Ni uno. Si lo haces, tendré que decirle a... ¿Tania se llama? Tu sabes que tengo las pruebas y los medios para hacerla saber. Pon en orden tus prioridades." ¿Por qué lo hice? Bueno... al principio solo para evitar la cita, después pensé en que vería qué tan sincero era conmigo y ver en realidad cuales eran sus prioridades... Esperé que me escribiera. Si no lo hacía, yo de todas formas iría a la cita para comprobar si aparecía pero no me escrbía para evitar problemas, o si simplemente iba a desaparecer de nuevo... Ni una ni otra. Justo unas horas antes de nuestra hora de encuentro me escribió diciendo "Lo siento, no podré ir, tengo un asunto de trabajo que surgió de repente". Estaba mintiendo. Yo sabía que estaba mintiendo. Le escribí para ver qué tanto podía mentirme y cual fue mi sorpresa al ver que me había bloqueado... del whats app, del facebook, de todos lados. Sí, su prioridad no era yo. Era Dalia. Que ella no se enterara de nada. Me di cuenta de la clase de bastardo que es y como me estuvo mintiendo respecto a que me amaba y dejaba todo por mí.  Lo peor es que sigo soñando con él, sigo pensando en él y me sigue doliendo... 

Ver también

L
lucilo_18469969
26/10/19 a las 23:19

He tenido la consideración de leerlo hasta el final, por si en algún momento pasaba algo interesante o se hablaba de amor en algún sitio.

Y solo he visto a un grupo de desesperados, infieles, mentirosos, capaces de estar con una persona cuando dicen amar a otra, incapaces de compromiso. Si, si, quiero mucho a Fulano o a Mengana, pero me agarro a quien tenga al lado y luego ya le pondré los cuernos. 

Ojalá algún día descubras lo que es el amor.

ISDIN Si-Nails

ISDIN Si-Nails

Compartir
No te pierdas ni uno solo de nuestros tableros en Pinterest
pinterest