Porque las relaciones madre e hija son tan dificiles
Buen dia
¿Porque las relaciones madre e hija son tan dificiles? ¿Yo siento que ya no puedo mas...
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¿por qué parece que a algunos adolescentes les encanta discutir?
Hola isabellav29.
Siento mucho tu situación y me gustaría poder ayudarte.
Verdaderamente, cada vez es más complicado comunicarse con los hijos
¿Por qué parece que a algunos adolescentes les encanta discutir?
Puede deberse a muchos factores:
Por ejemplo, sus amistades. Éstas pueden ejercer una poderosa influencia en ellos, para bien o para mal.
También el entretenimiento que hoy se ofrece en TV o en la música, promueve la imagen del adolescente rebelde.
Pero hay otros factores que tomar en cuenta, factores que no te serán difíciles de manejar una vez que comprendas cómo pueden afectar a tu hija.
ESTÁ APRENDIENDO A RAZONAR
Los niños piensan distinto que los adultos. Para los niños, las cosas tienden a ser o blancas o negras. En cambio, los adultos pueden captar mejor las zonas grises y analizan los asuntos más a fondo a fin de llegar a conclusiones o tomar decisiones. Aunque los adultos están acostumbrados a razonar así, los adolescentes están en el proceso de aprender.
Es interesante que la Biblia anima a los jóvenes a desarrollar su capacidad de pensar (Proverbios 1:4). Sin embargo, el uso de esa capacidad podría llevar a su hija a discutir contigo sobre los asuntos más triviales. O tal vez le exprese algo que demuestre falta de madurez. Si ocurre eso, ¿cómo puedes razonar con ella sin discutir?
¿Por qué no intentas esto? Tal vez tu hija simplemente está probando su recién descubierta habilidad de razonar; es muy probable que su manera de ver la vida no se haya definido del todo. Ponla a prueba. Primero felicítala por tratar de razonar el asunto. Podrías decir, por ejemplo: Me gusta que analices las cosas, aunque no siempre estemos de acuerdo. Luego ayúdala a evaluar su forma de pensar. Dígale algo como: Y eso que me acabas de decir, ¿crees que funcionará siempre?. Tal vez tu hija te sorprenda replanteándose y refinando sus opiniones.
Pero ojo: cuando razones con tu hija, no pienses que tienes que tener la última palabra. Aun si lo que le dices parece caer en oídos sordos, es muy probable que tu hija se quede con más de lo crees..., o de lo que ella está dispuesta a reconocer. No te sorprendas si al cabo de unos días tu hija acepta tu punto de vista o incluso afirma que la idea fue de ella.
ESTÁ FORMANDO SUS CONVICCIONES
Los padres sabios crean un ambiente en el que sus hijos adolescentes pueden expresar sus opiniones
Un elemento clave de criar a un adolescente es prepararlo para el día en el que se marchará de casa y hará su propia vida. Parte de ese proceso implica ayudarlo a formar su propia identidad, es decir, un conjunto de cualidades, opiniones y valores que distinguen a una persona de las demás. Al verse presionado a hacer lo malo, el joven que tiene una identidad bien formada piensa en las consecuencias de sus actos y se pregunta: ¿Qué clase de persona soy? ¿Cuáles son mis valores? ¿Qué haría en esta situación una persona con los mismos valores que yo?
Tu hija está desarrollando su propia identidad, lo cual es bueno, pues sus convicciones le permitirán enfrentar la presión de sus compañeros. El problema es que ese mismo sentido de identidad podría llevarlo a enfrentarse a ti.
¿Por qué no intentas esto? En vez de enredarse en una discusión, repite las palabras de tu hija: A ver si he entendido bien. ¿Estás diciendo que...?. Y luego hazle preguntas como: ¿Por qué piensas así? ¿Qué te hizo llegar a esa conclusión?. Anímala a expresar su postura. Si la diferencia se debe a una cuestión de preferencias y no de principios, demuéstrale que tu eres capaz de respetar su opinión aunque no la comparta al ciento por ciento.
El desarrollo de una identidad propia acompañada de convicciones firmes no solo es normal sino provechoso para todo joven. La Biblia dice que no debemos ser como niños, aventados por olas y llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza (Efesios 4:14). Por lo tanto, es bueno que tú promuevas ese desarrollo.
Cuando tu hija vea que estas dispuesta a escucharla, se sentirá más inclinada a escuchar tu opinión, incluso si es distinta a la de ella. Además, es importante que tengas cuidado de no obligarla a pensar como tú. Más bien, déjala que forme sus propias convicciones.
FIRME Y A LA VEZ FLEXIBLE
Al igual que los niños, los adolescentes saben cómo sacar un tema vez tras vez para que sus padres den su brazo a torcer. Si esto está ocurriendo en tu casa, ten cuidado. Es cierto que ceder resuelve el problema temporalmente, pero el mensaje con el que se queda el adolescente es: Si insisto, me saldré con la mía. ¿Hay otra opción? Sí, seguir este consejo de Jesús: Simplemente signifique su palabra Sí, Sí, su No, No (Mateo 5:37). Es más difícil que tu hija insista si ya sabe cómo vas a reaccionar.
Claro, hay que ser razonable. Deja que tu hija te explique por qué cree que deberías dejarla llegar más tarde a casa, en alguna ocasión concreta. Si dijeras que sí, no estarías cediendo a la presión; simplemente estarías siendo razonable.
¿Por qué no intentas esto? Reúne a tu familia y habla del horario de llegada a casa y de otras reglas. Muéstrales a tus hijos que estás dispuesto a evaluar todos los factores antes de tomar una decisión. El adolescente debe poder ver que sus padres están dispuestos a ceder si la situación lo permite.
Obviamente, ningún padre es perfecto. Ya lo dice la Biblia: Todos tropezamos muchas veces (Santiago 3:2). Si te parece que una discusión se debió en parte a ti, no dudes en pedir disculpas a tu hija. Admitir los errores es un ejemplo de humildad que le enseñará a tu hija a actuar de la misma manera.
Espero que estos consejos te sirvan de mucha ayuda. Créeme, funcionan.
Si quieres más información sobre diversos aspectos de la crianza de los hijos, puedes mirar en.
http://www.jw.org/es/ense%C3%B1anzas-b%C3%ADblicas/familias/matrimonios-padres/
bajo la sección Padres
Saludos