Cada uno recibimos de inicio distintas circunstancias, nos suceden muchísimas cosas que no son consecuencia directa y previsible de nuestros actos. Esa es, digamos, la suerte que nos tocó. Esto que nos sucede en suerte no es todavía ni bueno ni malo. Simplemente es.
Para todos es la materia prima de la vida y con esa, sólo con esa, podemos trabajar y obtener buenos o malos resultados según nuestras buenas o malas decisiones. Por cierto que no sabemos de antemano si serán o no buenas o malas, tal vez descubras que SIEMPRE nos parecerá después que podíamos haber tomado mejores decisiones, es una ilusión pues ese descubrimiento viene después de haber aprendido de la misma experiencia o de haber recibido información que no estaba disponible antes. Si lo entendemos en vez de lamentar las decisiones del pasado mejoraremos las del futuro.
Las cosas habrán de cambiar alguna vez, cambian constantemente, poco podemos hacer directamente para que cambien. Mucho, sin embargo, podemos hacer para manejarlas de mejor manera.
Deseas que ya no te importe nada, el mejor camino es comprender que cada uno es responsable de sí mismo. El sufrimiento de tu madre, por ejemplo, es de ella y no tiene que ser tuyo. La irresponsabilidad de tu padre es su problema y enfrentará sus consecuencias, probablemente clamando que es injusto y que no comprende por qué le sucede a él. Sospecha de lo que diga cada persona y de sus intenciones ("piensa mal y acertarás" estarás a salvo completamente de decepciones. Para dejar de pensar en los demás deberás reducir tu mundo a una esfera pequeña, monótona y solitaria.
Continuemos. Una vez entendido que no debes compartir el sufrimiento de tu madre quizá entiendas que, además de que no te estorbe para ser feliz, puedes generar tu propia felicidad y compartirla con ella. Que perseverar, avanzar y triunfar sin el apoyo de tu padre te hace más fuerte, madura e inteligente, que en vez de ver con envidia verás con tristeza (y quizá puedas hacerles entender su buena suerte) el desperdicio y desdén con que otros tratan a sus padres. Que es muy buena cierta circunspección sobre los otros, que el mínimo de confianza que merecen es verdaderamente mínimo y merecerán posteriormente mayor o menor confianza, así no evitarás todas las decepciones pero sí la mayoría y recibirás en cambio la mayoría de las satisfacciones. Que puedes tener un mundo amplio poniendo tus empeños en causas o problemas que los aprovechen y quizá agradezcan, que puedes salir del pequeño mundo de ti misma, del pequeño mundo de tu familia, del pequeño mundo de tus problemas acercándote al mundo de los demás y de sus problemas.
Ojalá te sea de ayuda.