Buenas noches
Me siento sola. Hace un mes y medio que mi novio (7 años de relación) me dejó. Las cosas no iban bien, pero aún así yo pensaba que sobreviviriamos, que era solo una mala racha. Y de hecho se acercaba nuestro aniversario y habiamos hecho planes, estaba muy ilusionada, porque pensaba que todo había mejorado por fin. Y de pronto, un par de días antes del aniversario, viene a decirme que ya no puede más, que está cansado de esforzarse y que no sirva para nada. Y me confesó que hacía unos días se había liado con una chica que había conocido hacía muy poco. Me sentí humillada, que no valía nada. La persona más importante de mi vida había decidido que lo que habíamos tardado siete años en construir era menos importante que un lío de una noche con alguien a quien casi no conocía...
Al principio intentamos llevarlo bien, intentamos seguir siendo amigos. Pero hablar casi todos los días y vernos tan frecuentemente nos estaba matando. Yo seguía insistiendole, rogando que volviera conmigo, que las cosas serían diferentes esta vez. Y sé que no hacía más que apartarle aún más de mi.
Ahora, un mes y medio después, sigo echándole de menos. Pero ahora sé que no podemos ser amigos, aún no. Y me he dado cuenta de que le odio. Odio que me haya hecho sufrir tanto, que me haya engañado, que me haya culpado de su error, que me haya hecho sentir frágil. Le odio por no valorar lo que teniamos. Y le odio por no dejarme vivir. Porque a pesar de todo sigue llamando, sigue escribiendo, sigue diciendo que me echa de menos. Y yo solo siento que juega conmigo.
Nunca, jamás, había odiado a alguien, mis padres me enseñaron a perdonar desde pequeña. Pero a él le odio por todo esto. Y a la vez le amo, le echo de menos, y no hay momento del día en que deje de pensar en él.
Sé que lo superaré, que pronto volveré a sonreir, pero es duro. Y sé que hay cosas mucho más importantes que una ruptura. Pero era mi mejor amigo, era mi pareja, iba a ser mi marido. Empezamos muy jóvenes y teniamos todo un fututo planeado. Y ahora me siento perdida, vulnerable y sola.
No sé si alguien leerá esto, y mucho menos si contestará. En cualquier caso yo necesitaba hablar.
Un saludo,
Elena.