Sin romance

Lo conocí hace casi 30 años, yo tenía 14 años y el 17. Después la amistad fue creciendo. Conocíamos a nuestros respectivos enamorados y a nuestras familias. Nos ayudamos en situaciones personales, incluso llegamos a estudiar y trabajar juntos.

Mantuvimos contacto cercano todo el tiempo, conversábamos y compartíamos nuestras vivencias y secretos personales.

Hace tres años, él estaba terminando su matrimonio de 14 años. Se había mudado, porque su situación de vida se tornaba insoportable. Estaba desesperado, y me busco, para compartir una situación que le afectaba, como tantas veces lo había hecho antes.

Pero fue diferente. Comenzamos una relación personal. Había mucha emoción, como en todo comienzo de relación. La relación no se había afianzado lo suficiente cuando supe que estaba embarazada. Yo, conciente de que era una relación incipiente, no tenía muchas expectativas en cuanto a lo que depararía el futuro.

Cuando le informe que estaba embarazada, me dijo que el estaba dispuesto a casarse. Le respondí que no quería un matrimonio por obligación, que si deseaba casarse conmigo me lo pidiera no porque estuviera embarazada sino porque su deseo era compartir su vida conmigo, idea que aún mantengo. Le dije que solamente le pedía que me ayudara a comprar mi apartamento, un deseo personal de mucho tiempo, porque en esos momentos vivía en la casa de mi madre, lugar que de ninguna forma era adecuado para criar un bebe. El se afanó mucho y me apoyo buscando ofertas, visitando apartamentos y buscando los documentos necesarios.

Compre el apartamento y cuando mi hija cumplió tres meses nos mudamos juntos. El me apoya mucho en cuanto a las tareas domésticas y en el cuidado de nuestra única hija (en su anterior matrimonio no tuvo hijos), y lo adoro por eso, pero en relación a nuestra relación de pareja es otra cosa.

A veces, me acerco a besarlo, y me responde casi de manera automática y comienza a hablar de otras cosas. No recuerda el día de mi cumpleaños, ni el día de los enamorados, y si acaso, compra algo de última hora. Cuando tenemos relaciones, es casi rutinario y poco romántico.

Además, cada vez es más difícil hablar con el de forma íntima, lo que es paradójico puesto que antes pasábamos horas hablando de nuestras cosas personales. Estoy consciente de que el tener una niña pequeña afecta cualquier relación, el cansancio, el trabajo, y la rutina diaria nos agotan, pero lo que me causa ansiedad es que cada día se muestra menos delicado hacia mis emociones, cosa que nunca ocurrió en el pasado.

Es un buen hombre, lo quiero y lo respeto mucho, pero a veces me pregunto si estoy enamorada, porque la verdad es que en 26 años nunca pensé en tener una relación con el que no fuera amistad, ¿quizás él está en la misma situación?. ¿Mucho de su comportamiento se debe al aprendizaje que tuvo en su matrimonio?

Muchas veces me siento egoísta, puesto que el comparte conmigo las tareas domésticas, pero la verdad estoy preocupada, si bien no deseo terminar una relación por ego, menos aún cuando hay una niña de por medio, no me siento amada de una manera especial.

¿Mis expectativas de una relación de pareja son muy altas? Antes de él, sólo viví con un chico por seis meses, yo tenía 18 años pero la relación era muy diferente, y si bien discutíamos, tenía la seguridad de ser querida. ¿Eso fue porque era muy joven y la relación de pareja duro poco?.