Estoy cansada y aburrida de que pase siempre lo mismo. Ojalá mi marido hubiera sido huérfano, estoy convencida de que seríamos felices, porque desde hace años que él sólo se pone como una fiera del circo cuando se trata de defender a su familia. La última, es que la vieja quería comprar un colchón, y qué casualidad. Que justo cuando mi marido le cuenta que estamos mirando nosotros para comprar un colchón y una cama nueva, de pura necesidad, pues es una cama cutre que venía cuando compramos el piso, y cada dos días se hunden las tablas, empieza la vieja con que ella también tiene que comprar un colchón. Pues llevaba tres días llamando a mi marido a las nueve de la mañana, para llorarle, que si no puedo dejar a papá solo para ir a comprar el colchón, que si se acaban las rebajas, que si ninguno de tus hermanos se queda con él.... Y total que por fin encuentro un día para que vayamos nosotros a comprar nuestro colchón, y acabamos discutiendo porque él tiene que ir a su casa a cuidar al padre para que la condesa de su madre vaya a comprar el colchón. Siempre igual, la vieja caprichosa a comprar su cochón de rebajas, y a nosotros se nos irá las rebajas y tendremos que gastarnos 400 euros más, porque el día que consigo para eso tiene que ser para la egoísta de la vieja. Y encima nosotros enfadados. Qué asco de familia.