Soy la misma chica que pregunta en otra página. La verdad estoy al borde, es mucha angustia la que siento. Ya que es un foro en mayoría femenino creo que quizás puedo encontrar algo más de comprensión aquí.
Verán, todo comenzó en marzo del año pasado. Estudio en el colegio católico del pueblo por lo cual al cura me lo cruzo recurrentemente. Nunca me intereso el hombre más que el hecho de que para su edad (56, creo) se veía joven y en buena forma además de bien parecido. Un día ordenando el estudio de casa me encuentro con un álbum de fotos y aparecen varias de mi madre (una mujer muy bien cuidada y linda, independientemente de que sea mi madre) muy, muy pegada al cura del pueblo. Por supuesto eso pasó desapercibido por mí. Buenos amigos, pensé. Mi madre nunca me contó de mi padre, siempre dice que esta orgullosa de haberme criado sola. Bien, resulta que una de esas ocasiones yo salí de casa y no sé como y no sé porque mi vista se dirige a un callejón de la calle, osea, nadie nota el sitio, pero yo si lo note: Mi madre y el cura en un beso que me pareció apasionado. Desde ahí note que ella sale recurrentemente en las tardes-noches. Y comencé a sospechar. Para colmo, ella es católica y es una buena excusa para ir recurrentemente a la parroquia. Resultó entonces que una noche llamaron a casa, y conteste yo. Sí, era el hombre aquel quien llamaba. Yo por supuesto me extrañe mucho y hasta me asuste un poco, el hombre cambió de voz y me pidió con mucha caballerosidad que le comunicara con ella. Bien, todo genial pero yo no podía quitarme de la cabeza a mi desaparecido padre y el cura. Busqué las fotos otra vez y según la fecha comencé a sacar conclusiones. Las fechas coinciden, incluso logré encontrar papeles sobre el seguimiento del embarazo de mi madre y mi nacimiento y comencé a armar el rompecabezas. No se imaginan la angustia que se siente tener todas las pruebas anteriores y ahora unas fechas que coinciden perfectamente y con comodidad. Pasaron meses que realmente eran terribles para mí. Como es de suponer llega la época en que el colegio esta de aniversario y miles de actividades en conjunto a la parroquia. Nos confesábamos algo seguido debido al curso de religión y como era de esperar tenía a ese hombre como confesor. Era demasiado paternal, y no, no me lo imagino porque les pregunte a compañeros, así como jugando, y me dijeron que el tipo parece un buen amigo, pero de ahí nada. Sin embargo a mí me habló con paciencia, cariño, como si fuera algo mío. No estoy alucinando ya que sinceramente en aquel tiempo buscaba pruebas de que todo aquello era falso. Pues bien, no las encontré. Para terminar mi relato, en navidad logré verlos a los dos juntos, otra vez. El hombre trata de acercarse con la excusa de que me ve muy mal y distraída y ella... ella ni siquiera se atreve a comentarme más sobre mi padre. Hace poco encontré cartas viejas que iban dirigidas a ella donde expresaban amor incondicional. Hay detalles que considero relevantes, incluso una frase: "...aunque este prohibido tener amores" y no sé que hacer. Se que si compruebo que es la letra del cura ya no habrá marcha atrás. Necesito consejos, no puedo evitar odiarlos a veces, pienso que son unos idiotas, hipócritas, me entra la ira de quisiera maldecirlos por todo lo que hacen. Y si descubro que es verdad... pues no sé que haría. Creo que mi odio sería más profundo. Necesito consejos...