Desde que soy pequeña he rechazado el tabaco y el alcohol de manera que nunca entablaba una amistad con alguien que consumiera alguna de las dos cosas. Tampoco soy una persona a la que le guste salir de fiesta ni formar parte de un vínculo que considere correcto que una persona se emborrache o fume.
Hace poco me reencontré con una antigua amiga que me comentó que fumaba. De ella no me lo esperaba porque siempre se asemejó a mí en esos aspectos e incluso evitaba, al igual que yo, formar parte de grupos en los que realizaran ese tipo de hábitos. En los días siguientes en los que le estuve dando vueltas, decidí cortar la amistad. Tengo que reconocer que esta chica ya me había traicionado un par de veces y que en el fondo nunca había llegado a cerrar la herida del rencor. Tal vez porque en el fondo sabía que siempre que necesitara su ayuda ella no iba a estar ahí. Aclaro esto porque lo que me empujó a romper del todo mi relación con ella fue el tabaco, pero no es exclusivamente por eso.
Mi pregunta es: ¿Estoy siendo incorrecta por romper amistades por ese motivo?.
Incluso he sabido de otras personas de mi pasado que han ido por el mismo camino cuando antes no eran así. Sé que la adolescencia es una etapa complicada y pocas son las personas que como yo toman otras vías de diversión, pero cada vez me siento más sola y por primera vez siento que la rara soy yo. Antes me sentía orgullosa de ser diferente, estudiar mientras otros salían a divertirse (aunque no sea ese mi concepto de diversión), leía y escribía mientras a mi alrededor me veían como una extraña. Ahora tengo dieciocho años y me gustaría saber si a pesar de todo es posible que tenga yo el problema o debo ser la de siempre.
A pesar de las diversas opiniones sé que no voy a cambiar, pero me interesa la percepción ajena.