Tal vez lo menos importante aquí sea el asunto de la virginidad. Conservarla hasta el matrimonio no te ha metido en el problema, perderla no te sacará. Lo que decidas hacer estará bien si es tu decisión y eres coherente contigo misma, lamentablemente no es este el mejor momento de tomar ciertas decisiones.
Pasemos a lo importante.
Dependiendo de hace cuanto hayas perdido el trabajo podrías estar en un duelo por esa pérdida y el duelo se parece mucho a una depresión. La diferencia es que el duelo pasa más o menos rápido, y de hecho se puede hacer bastante para acortarlo. Sería un error decir que hagas cosas, o que le eches ganas, porque el deprimido o el doliente no puede hacerlo.
Tal vez haya alguien que te quiera mucho y esté tratando de ayudarte, necesitas varios empujones o un constante empuje para salir de ahí. Déjate ayudar. Cuando estés un poco mejor has ejercicio, acepta salir con amigos, investiga sobre el duelo, manda solicitudes de empleo. Escribir aquí es un gran paso.
Cuando tengas un día bueno podrás poner de tu voluntad y el siguiente día será mejor. En algún momento, sobre todo si es un duelo, pasará, conseguirás otro trabajo, te harás independiente (a tus padres no los podrás cambiar, esa es su casa, así entienden la vida), podrás tomar decisiones que cambien tu vida y te hagan dueña de tu vida y, por fin, harás lo que quieras.
Insisto en el ejercicio en cuanto puedas. El primer día será difícil. El segundo no tanto. Cuando lleves una semana empezará a ser fácil y, adolorida del cuerpo pero descansada de la cabeza, cuando lleves un mes te aseguro que verás las cosas diferente.
Viene para ti una gran etapa en la vida, salir al mundo, trabajar, tener logros. Tu primer departamento. Ojalá vivas sola un tiempo, se aprende mucho, y solo, sin hijos, sin hipoteca, se necesita muy poco. En poco tiempo verás que no es tan difícil.
Viene lo mejor, se va a poner bueno. Tú lo verás.